Estafa, peligro de morir y 15.000 dólares para los ‘coyotes’: el relato de una venezolana que casi es deportada

Miami, EE.UU, febrero 16, 2022- María, una inmigrante venezolana que tuvo que recorrer 5,344 kilómetros desde San Antonio del Táchira, Venezuela, hasta la ciudad mexicana de Tijuana para poder encontrarse con un ´coyote´, un traficante de migrantes, que le prometió llegar, junto a su esposo e hijo, a suelos estadounidenses sin imaginarse los riesgos en los que se podría enfrentar por confiar en una banda delictiva.

La familia está montada, según su descripción, en una camioneta pequeña y vieja junto a 17 desconocidos, incluyendo niños y personas de la tercera edad. El vehículo es conducido por el coyote a quien le tuvo que pagar 15.000 dólares para que le permitiera el traslado hasta Mexicali.

En una carretera angosta y boscosa “el señor iba a alta velocidad”, para poder evadir a las autoridades mexicanas. Frente a la frontera estadounidense, el chófer, manteniendo la velocidad, les pide a las personas que se lancen del vehículo en movimiento y corran frente a la patrulla fronteriza para poder cruzar. Sin embargo, la camioneta se queda atascada en la tierra, por lo que el coyote agarra el dinero recaudado y huye de la escena, dejando a todos los inmigrantes encerrados, sin espacio y con las ventanas arriba. Los dejaron a su suerte.

“Teníamos calor, miedo, estábamos ansiosos y queríamos salir. En un momento comenzamos a perder la calma. Cuando llego migracion Mexico, llego la policia y nos bajaron. Teníamos mucho miedo porque pensamos que nos iban a devolver a Venezuela”, dijo María entre llantos durante una entrevista con la fundación Raíces Venezolanas Miami, a donde fue por ayuda, debido a que la ONG ofrece una mano amiga a los inmigrantes venezolanos sin recursos.

Las autoridades mexicanas

Pese a que el grupo de inmigrantes tenía en sus narices la frontera estadounidense, son devueltos de Mexicali a Tijuana (182.1 kilómetros) por agentes de inmigración del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien tiene convenio con su homologó Joe Biden para evitar el ingreso ilegal en EE. UU.

“Nos montaron en una camioneta donde había un muchacho de inmigración que dijo que donde el nos fuera agarrado nos cobraba 20 dólares por persona y nos dejaba pasar, pero como ya estaba el ejército, la policía y habían muchas personas, no podía hacer nada” .

Al llegar a Tijuana les quitaron sus pasaportes, las maletas y son obligados a firmar un documento donde prometen no salir del territorio azteca, bajo el programa de “Quédate en México”, que fue reanudado en diciembre de 2021 por EE. UU.

“Nos dijeron que no tuviéramos miedo y nos dieron comida. (…) No podíamos regresar a Mexicali, si lo hacíamos nos deportaban”, recalcó.

Ante la desesperación vuelen a llamar al ‘coyote’, quien, en un acto de suerte, les dice que los volverá a ayudar y al día siguiente les mandó un taxi que los trasladó de regreso a Mexicali.

Era 31 de diciembre, mientras su celular era desbordado por mensajes de “feliz año” por sus familiares que celebraran la fiesta, María era ingresada en un galpón oscuro junto a más de 300 personas de distintas partes del mundo, en la espera para cruzar a EE. UU.

“Llegamos a un desierto inmenso. (…)Éramos los únicos venezolanos, había de Brasil, de la India y nadie hablaba español, no entendíamos. El ‘coyote’ nos dejó en una cerca, que era para pasar a suelo americano. En esa parte, la tierra que pisabas te enterraba. La tierra me llegaba por aquí (se señala cerca de la rodilla). Una señora se cayó y rodó, pero en esa situación cada quien se tiene que salvar su pellejo, lo veíamos de esa manera, nos dio dolor no ayudar a la señora pero si nos devolvíamos la policía (mexicana) nos podía agarrar”.

El grupo de más de 300 personas se separó al pasar la cerca a tierras estadounidenses y comenzó a correr. María activó el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) y se fue encaminando hasta el puesto de inmigración de EE. UU. más cercano.

“Comenzamos a caminar, nos olía a humo, a caucho, era por personas que ya estaban allí. Dijimos caminemos y miramos carretera a ver si de pronto un taxi se detiene o para ver si inmigración nos recoge. Nos dijeron que nosotros llegábamos (a EEUU) e inmigración nos recoge, pero todo era mentira. Estábamos en la carretera solos”.

Tras caminar cinco cuadras se toparon con personas mexicanas, quienes con armas, pidieron que se alejaran del sitio. “Nos dio miedo”. Sin embargo, acamparon en el lugar desierto y esperaron a que amaneciera.

El 2 de enero, a las 6:00 a. m. María siguió su rumbo. Consiguió un taxi que le cobró 500 dólares para trasladarla junto a su familia dos cuadras. “Nos bajamos y nos entregamos a la policía, y ahí empezó el procedimiento”

Son detenidos

La familia de María estuvo detenida por un día debido a que los acompañaba un menor de edad. En horas de la noche del 2 de enero del año en curso son trasladados a otro centro de detención.

“Pasamos la noche en una cárcel pequeñita, habían como 10 mujeres, todos nos veíamos si hacíamos pipi”.

Durante el encierro solo comieron agua y manzana.

Amenazas en Venezuela

María corrió el riesgo de dejar Venezuela escapando de la extorsión a la que sometían los efectivos de la Guardia Nacional a su familia, debido a que tenían un negocio estable. Si se rehusaban eran detenidos, situación que ocurrió dos veces y tuvieron que pagar una alta suma de dinero para poder obtener la libertad que les fue arrebatada sin justificación.

“Cualquier cosa podría pasar. La solución de mi esposo fue sacar todos los ahorros (…) y como todos cumplir el sueño americano que todos tienen”, subrayó.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 6 millones de personas han huido de Venezuela generalmente a otras partes de América Latina. Sin embargo, en los últimos meses un número récord de venezolanos han intentado cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.

11,948%. Es el drástico aumento de migrantes venezolanos en la frontera sur de Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés). En diciembre de 2020, se registraron 206 encuentros entre agentes de la patrulla fronteriza y venezolanos; en un año aumentaron a 24.819.

María es un nombre ficticio que se le otorgó a la inmigrante para proteger su identidad.

Texto: Betzimar Carballo

Este artículo pertenece a Venezuela Awareness, se autoriza su reproducción parcial o completa siempre que se respeten los créditos

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