“Recomiendo que no se entreguen”, así la inmigrante venezolana, Natalia Andrade, le hizo un llamado a todas las personas que se encuentran en la frontera entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas, “a que piensen bien las cosas” porque al entregarse a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos fue retornada junto a su hija a Matamoros, Tamaulipas, México.
Durante una entrevista en Norte Digital, explicó que, tras entregarse a los funcionarios, fue procesada; le tomaron fotos y le registraron las huellas. Luego le pidieron que botara todas sus pertenencias y la trasladaron a un cuarto donde duró tres días, ella pensaba que era un albergue, pero se encontraba en un centro de detención.
Andrade desconocía su situación, estuvo incomunicada, lo que describió como “la peor experiencia”.
“Fui engañada y me regresaron a Matamoros”. Persistente en cumplir sus sueños, regresó a su punto de inicio tras regresarse en La Bestia o también llamado Tren de la Muerte. Mientras espera que le salga su cita por la aplicación CBP One, método colapsado ante la cantidad de personas en espera, busca ganarse la vida en México. Por ello, defendió a las personas que lo hacen vendiendo chucherías en los semáforos.
“Dicen que abrieron tal puerta y uno se va. Lo que pasa es que es información falsa. Ahora, no sabemos si lo hacen con doble intención para irse deshaciéndose de uno”, concluyó.
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