Raíces es un lugar bendecido, mágico, donde nos encontramos como venezolanos

Previa cita, empiezan a llegar….vemos sus caras, escuchamos sus historias, mientras ellos van reuniendo en cualquier rincón las cosas que necesitan.

Sus rostros van cambiando, los chamos gritan de emoción al ver juguetes, se los quieren llevar todos y empiezan a negociar con los padres quienes les explican que “no hay espacio para tantos juguetes y deben pensar en los otros niños”.

Las paisanas poco a poco se van animando, revisan la bisutería, la ropa, las carteras y preguntan “esto me quedará bien?”.

Los paisanos son más reservados pero igual, empiezan a conversar.

Raíces es un lugar bendecido, mágico, donde nos encontramos como venezolanos que somos.

Los voluntarios trabajamos duro, muy duro, sin embargo, despedir a una familia feliz, lo vale todo.

Gracias a todos los que contribuyen con este programa que ayuda al recién llegado venezolano que necesita apoyo por no tener recursos.

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