La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría oficialista, autorizó al gobierno del presidente Nicolás Maduro a cobrar un impuesto a las transacciones en divisas dentro del país sudamericano, en medio de la dolarización de facto.
A las personas y las empresas se les aplicará un tributo por las operaciones en divisas en bancos y comercios. El impuesto tiene un rango de tasas de entre 2% y 20%, según la reforma legal aprobada por los diputados.
Mientras el gobierno determina la alícuota que se aplicará durante este año, la ley permitiría momentáneamente cobrar una tasa de 3% por cada operación en moneda extranjera.
“Los ricos y los grandes comerciantes se embolsillan los dólares y no le entregan al Estado venezolano ni un centavo de esos dólares con que hacen las transacciones, es la verdad”, dijo el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, poco antes de anunciar la aprobación de la norma en sesión transmitida por la televisión estatal. “Se fortalece el bolívar con esta ley”.
Desde 2016 las grandes transacciones bancarias en moneda local, el bolívar, pagan un impuesto, y ahora las autoridades buscarían que las operaciones que se hagan con divisas también sean gravadas para así obtener más ingresos.
El diputado oficialista Jesús Farías defendió la norma diciendo que lo que quería la bancada del gobierno es que las operaciones que se realizan en dólares, y que “actualmente no están generando contribuciones al fisco, lo hagan. Esa es la naturaleza (de la reforma). No digamos que eso es algo regresivo para golpear a los más necesitados”.
La administración de Maduro ha afrontado urgencias financieras desde que se redujo la producción petrolera por los años de desinversión, mala gestión y sanciones estadounidenses. Por lo cual busca fuentes para atender el gasto público.
El impuesto “busca preservar el espacio del bolívar en el sistema de pagos y aumentar la recaudación fiscal encareciendo el uso de las divisas como medio de pago. El incentivo predominante es la recaudación de ingresos”, escribió la consultora local Síntesis Financiera en su cuenta de Twitter que agregó que el tributo tendrá “un impacto inflacionario”.
Las transacciones con dólares en efectivo han aumentado en Venezuela desde que Maduro flexibilizara los controles a la economía en 2019, lo que ha permitido que la banca guarde en sus bóvedas billetes en moneda extranjera ofreciendo servicios de custodia y abra cuentas en divisas, con permiso de las autoridades, que son usadas por empresas y particulares.
Las sanciones estadounidenses impiden las transferencias internacionales hacia y desde el país sudamericano, que afronta una larga recesión económica y altos precios.
El tributo “implicará mayores gastos para los grandes contribuyentes (empresas) que tendrán que adecuar sus máquinas fiscales”, dijo Héctor Orochena abogado especializado en el área de tributos. “El impuesto se trasladará a la estructura de costos de los productos”, agregó.
En 2021 la estrategia de Maduro se centró en el control de los precios y mediante la contracción del gasto en moneda local y limitación del crédito bancario disminuyó la cantidad de bolívares en circulación para así mantener la estabilidad del tipo de cambio y de la inflación, que en 2021 cerró en 686,4%.
El miércoles el gobierno decidió flexibilizar el crédito mediante la reducción del encaje legal y dejar a los bancos usar 10% de los depósitos en divisas para préstamos en moneda local indexados al tipo de cambio.
Con información de VOA