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Atentos y desconfiados

EL UNIVERSAL
domingo 23 de diciembre de 2012  12:00 AM
De acuerdo a la información que maneja Patricia Andrade hay cerca de 800 mil venezolanos en el exilio. Andrade, directora de la organización Venezuela Awareness puede precisar mejor el dato al referirse a Estados Unidos: “Estamos alcanzando los 9 mil, de acuerdo a las cifras oficiales de Homeland Security”.Venezuela Awareness se ocupa en Miami de ayudar y asesorar a los paisanos que quieren tramitar asilo político ante el gobierno estadounidense. Y cuando se habla de iniciativas de amnistía, Andrade prefiere separar lo que se refiere a prisioneros y a exiliados.

“Toda gestión que se haga por la libertad de los presos políticos es positiva. Existen presos políticos en la lista que no se nombran y como todos, merecen el tan ansiado regreso a casa para Navidad porque todos son inocentes y eso lo sabe el mismo Gobierno. Son años encarcelados por delitos que no cometieron, y con ellos, están presos sus familiares. Ojalá que la libertad de todos sea una realidad muy pronto y no un engaño donde van a dejar en libertad a los que no son presos políticos o los que se han querido colar en la lista como si lo fueran. Si el Gobierno de verdad tiene un gesto de buena voluntad, de amor como insisten, que lo demuestren”.

Sobre el retorno de los exiliados, prefiere ser más prudente: “No hay condiciones ni Estado de derecho para garantizarle a todos un regreso a Venezuela sin que se repita la persecución política. El regreso de algunos, de un grupito, no significa el regreso de todos los asilados. Se está enviando una grave señal a quienes siguen saliendo del país en búsqueda de refugio por persecución política e inician sus trámites de asilo o refugio, además de entorpecer sus peticiones ante el servicio de inmigración”. Venezuela Awareness y otras dos organizaciones de Miami coinciden en sospechar de la gestión.

El diputado Edgar Zambrano está claro: “No todos quieren volver, obviamente. Hay un grupo que se mantiene escéptico y hay otros que ya tienen un camino avanzado en el establecimiento en esos países”. Y hace una aclaratoria: “Bajo ningún concepto aceptaríamos que impongan condiciones violatorias de la Constitución. Y puedo decir que el Ejecutivo no ha planteado nada en esos términos”. Zambrano despacha las críticas: “En los países desarrollados el Gobierno se sienta a dialogar con la oposición. Son actos de Estado normales. Aquí hay que eliminar esa barrera”.

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