Agosto 03, 2017.- El joven venezolano Jesús Ibarra proviene de una familia humilde, residente de un populoso sector del este de Caracas, llamado Petare, considerado uno de los barrios más grandes y peligrosos de América Latina.
Vendía pancitos de canela para ayudarse a pagar las mensualidades de ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), ubicada al oeste de la capital. Una de las carreras más exigentes de la referida casa de estudios, estimada entre las más prestigiosas de Venezuela.
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