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Una campaña en redes y en la web de TeleSur podría asumirse como un intento de “acomodar” parte de la historia de muertos, heridos y represión vivida en el marco de las protestas del año pasado. Por Oscar Medina

EL UNIVERSAL
domingo 15 de febrero de 2015  12:00 AM

Es un coro. Hay un esfuerzo coordinado por posicionar la idea: #YoSoyVictimaDeLaGuarimba, se lee en las cuentas de tuiter que circulan por el carril oficialista. La del Psuv, la de prensa de la Asamblea Nacional, la de Pdval, la de la línea aérea Conviasa, las de embajadas venezolanas en otros países, las de emisoras de radio y la enorme red de medios que responden a los intereses y mensajes del Gobierno.

Y, claro, la de TeleSur.

En este canal de alcance regional financiado por Venezuela emprendieron, además, una campaña con imágenes de las personas que murieron en el marco de las revueltas callejeras que estallaron a partir de los eventos del 12 de febrero del año pasado: eso que un bando llama “guarimbas” y otro “protesta ciudadana”.

Un trabajo especial de TeleSur -colgado en su web- presenta los hechos como parte de un complot de “la derecha” para expulsar a Nicolás Maduro del poder, que arrancó con las manifestaciones y hoy continúa en su fase de “guerra económica”. Como parte de ese especial se diseñaron las fichas de víctimas de aquellos meses turbulentos y que incluyen algunos nombres que más bien resultan representativos de los excesos en aplicación de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, de violaciones a los derechos humanos y de connivencia con grupos paramilitares que actuaron entonces como fuerza represora.

El primero

El primer muerto de entre los manifestantes del 12 de febrero fue Bassil Da Costa: 3:13 de la tarde, un tiro en la cabeza.

El domingo 16 de febrero la hoy desmantelada unidad de investigación del diario Últimas Noticias publicó un trabajo que arrojó luces sobre lo sucedido y ayudó a despejar el camino a la verdad: “Un grupo intenta subir desde la esquina de Monroy hasta la de Tracabordo. Ya la marcha de los estudiantes convocada para celebrar el 12 de febrero había concluido. Quedaban algunos que se negaban a abandonar el lugar. Desde su trinchera gritaban a la policía, los insultaban y les lanzaban piedras. Avanzan hacia una moto del Sebin, que estaba justo en la esquina noroeste de Tracabordo y la tumban. Intentan tomarla y la acción provoca la avanzada de los efectivos a tiro limpio. Se escuchan detonaciones y se ve a los hombres de oscuro accionar armas cortas y algunas escopetas de perdigones. El grupo de manifestantes se repliega hacia la avenida Universidad. Otros, entre los que se encontraba Bassil Da Costa, buscan resguardo y cruzan hacia una calle lateral: la esquina Este 2. El ángulo de la toma del video no permite identificar qué los obliga a devolverse 12 segundos después, cuando regresan corriendo y quedan en la línea de fuego. En la pared del restaurante que hace esquina, “La Cocina de Francy”, cae el cuerpo del guatireño de 24 años”.

En esa misma pared se le rindió un homenaje espontáneo a Da Costa: flores, velas, mensajes. A finales de marzo, alguien decidió quemarlo todo. Pero los homenajes reaparecen.

Pocos días después de los hechos se ordenaron las detenciones. El comisario José Ramón Perdomo Camacho y los agentes Manuel Pérez, Edgar Lara, Héctor Rodríguez Pérez, Jimmy Sáez, Jonfer Márquez, Giovanni Valladares, José Miguel Domínguez y Melvin Collazos; todos del Sebin. A la lista se suman Andry Jaspe, de la Policía Nacional Bolivariana y el sargento segundo del Ejército, Jonathan Rodríguez Duarte.

Un año más tarde, el juicio no ha comenzado, pero el comisario Perdomo Camacho está señalado como la persona que habría disparado contra el joven Da Costa: así lo indican las experticias y es el único que permanece detenido en la propia sede del Sebin.

Recientemente se han difundido detalles del expediente del caso y se ha informado que ya los agentes del Sebin -y miembros del Colectivo Revolucionario Continente- Giovanni Valladares y José Miguel Domínguez no figuran en la lista de imputados, lo mismo que Melvin Collazos. El resto espera juicio -diferido para el 20 de marzo- en libertad.

Una plaza

Estudiaba Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional Experimental del Táchira. Tenía 23 años de edad y un balazo en el pecho le quitó la vida. ¿Qué hizo Daniel Tinoco Carrillo para morir así?

La noche del 10 de marzo estaba en la calle. Tinoco Carrillo formaba parte del nutrido grupo de estudiantes que protestaban en San Cristóbal. Específicamente se encontraba en las inmediaciones de la carrera 17 con avenida Carabobo, “custodiando una barricada”, de acuerdo a TeleSur. Según testigos, cerca del lugar habrían llegado camionetas y motorizados con luces apagadas de las cuales se bajaron los atacantes: hombres vestidos de negro y con armas largas y cortas que avanzaron hasta poner a tiro a los manifestantes. Y dispararon.

Minutos más tarde fueron hasta donde estaba otro grupo de estudiantes. Un testigo contó a la prensa que Tinoco Carrillo se puso de pie y recibió el impacto de una bala. Llegó muerto a la clínica.

El 20 de noviembre un diario local publicó una versión no oficial y anónima en la que se aseguraba que el asesino estaba identificado y que se trataba de “un delincuente con antecedentes policiales”. Pero el informante, además, proponía una historia diferente que anulaba la tesis de pistoleros amparados por el oficialismo: los estudiantes habrían requerido los servicios de un grupo de delincuentes de la zona para que les protegieran y en un intercambio de disparos con otros maleantes cayó Tinoco Carrillo por pura mala suerte.

Nada de colectivos, nada de comandos de la muerte: cosa de delincuentes.

El 8 de febrero de este año el diputado del legislativo regional Juan Carlos Palencia, le reclamó de manera pública al gobernador José Vielma Mora por los gastos en conciertos musicales públicos y le recordó que la familia del estudiante no ha tenido noticias del caso: “El gobernador dijo ante los medios que sabía quién había matado a Daniel Tinoco y en qué estado se encuentran estas investigaciones. Señor gobernador, el pueblo quiere justicia ante la muerte de Tinoco”.

Ahora una plaza emblema de la lucha estudiantil lleva su nombre.

A perdigonazos

Rosa Orozco ha respondido indignada a la campaña de TeleSur. Es la madre de Geraldine Moreno quien, según la ficha del canal, tenía 23 años y murió “como consecuencia de disparo de perdigones plásticos en el rostro”.

A través de su cuenta de tuiter, el 8 de febrero Orozco respondió a TeleSur que su hija no es víctima de la guarimba sino “de este gobierno asesino”.

Durante ocho horas los médicos trataron de salvarle la vida. Geraldine Moreno Orozco estaba, junto con otros amigos, mirando una protesta desde el frente de su casa en el sector Tazajal, del municipio Naguanagua, en Valencia. De pronto llegaron motorizados de la Guardia Nacional para acabar con la manifestación. Cuando comenzaron los disparos todos corrieron.

A punto de entrar a las residencias donde vivía, Geraldine volteó y un perdigón disparado por la Guardia le dio en la cara. La joven cayó y cuando intentaba ponerse de pie un uniformado le descargó una tanda de perdigones directo en el rostro.

Su prima, Liseth Madía, contó: “Le disparó un GNB, uniformado que llegó en una moto con otros cinco. Una señora que estaba presente y que trató de interceder en la situación y le increpó al funcionario por qué estaba disparando fue amedrentada por el militar que la amenazó con la misma arma con la que había disparado a Geraldine y le dijo: usted se calla porque usted no tiene nada que ver en esto, métase”. Y también aseguró que los padres recolectaron evidencia de que los perdigones eran de metal.

Geraldine fue herida la noche del 19 de febrero y murió tres días después. Por este caso hay cuatro guardias acusados: Paola Barroso, Franklin García, Francisco Caridad Barroso y Albin Bonilla. En julio los dos primeros salieron libres bajo régimen de presentación.

El niño

La fiscal Luisa Ortega Díaz aseguró que la muerte de José Méndez, de 17 años, fue un accidente. De su explicación podría deducirse que fue algo casi comprensible: “una persona trataba de huir de una situación donde estaba en peligro su vida”.

Esa persona a la que hace referencia se llama Rodolfo Pazos González y hay videos que muestran cómo -el 17 de febrero- se abrió camino con su camioneta entre una manifestación que trancaba la avenida Rómulo Gallegos, de Carúpano. En el acta de acusación se lee que Pazos encaró a los manifestantes “manifestando a los presentes que él era funcionario público militar, que si no sabían quien era él y que si no lo dejaban pasar les iba a pasar el carro por encima”.

Eso, más o menos, fue lo que hizo. Pero en su testimonio dice: “Viene un muchacho y me agarró por el cuello, por donde me estaban agarrando y me estaban ahorcando, iba acelerando y la gente se iba apartando y fue como pude salir, como salí sentí que me iban a matar”.

José Ernesto Méndez estudiaba quinto año de bachillerato y era fanático de las bicicletas. Fue arrollado por la camioneta de esta persona vinculada a Pdvsa y murió.

La bella

Tenía 22 años, era modelo, estudiante de mercadeo y fue Miss Turismo Carabobo. Su muerte, ocurrida el 19 de febrero, tuvo un enorme eco mediático internacional: otra reina de belleza asesinada en la violenta Venezuela.

Génesis Carmona participaba de una marcha opositora en Valencia el día 18 de febrero. Estaba con su madre, María Eugenia Tovar, y su hermana Alejandra. De pronto aparecieron atacantes motorizados y los manifestantes quedaron arrinconados entre los “colectivos” y la Guardia Nacional.

Esto es lo que ha contado recientemente la hermana ahora desde la ida de la familia a Estados Unidos: “Caminamos juntas y de repente escuché un solo tiro que le dio a mi hermana en la cabeza. Fue un disparo preciso y medido, cuando me di vuelta ella estaba en el piso”.

Alejandra habría sido testigo de la reconstrucción del caso con los expertos en balística: “Los policías dijeron que el tiro venía desde el sitio donde estaban los colectivos [… ]. No fue una ráfaga, fue un solo disparo”.

El único imputado por el caso es Juan José Maza, dirigente juvenil del Psuv. Y según la madre de Génesis goza del beneficio de régimen de presentación quincenal.

http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/150215/yo-soy-victima-de-quien

Una verdad, otra verdad

EL UNIVERSAL
domingo 15 de febrero de 2015  12:00 AM
“Víctimas de las guarimbas” es el título del especial de TeleSur colgado en su página web. Arranca con un video de “los hechos” en el que sin decir mucho, solo muestran la cara violenta de las manifestaciones y deslizan la responsabilidad en las figuras de Leopoldo López, Henrique Capriles, Lorent Saleh y María Corina Machado.

Otro video del especial plantea que “luego del llamado” de López y Machado “los grupos violentos salieron a las calles en el marco del bicentenario del día de la juventud, desatando la violencia y el caos”. También aseguran en ese video que “las guarimbas” produjeron “más de 40 víctimas fatales”.

En la web está la lista de los fallecidos en el marco de las protestas y la represión y en cada caso se incluye un resumen. Por ejemplo, sobre Bassil Da Costa dice que fue asesinado “en una protesta violenta que inició como una marcha pacífica”. Pero sobre Génesis Carmona no especifican que el único detenido ha sido identificado como miembro del Psuv y cuando se refieren a víctimas de la Guardia Nacional se cuidan de anteponer la condición de “presunto”. En las fichas difundidas vía tuiter, las cosas son un poco diferentes.

“TeleSur no es un medio de información sino un órgano de propaganda al servicio de varios gobiernos, incluyendo el venezolano”, explica Rafael Uzcátegui, de Provea: “Lamentamos que las muertes de venezolanos sean utilizadas para intentar ganar rédito político y, falseando los datos, confirmar a costa de la verdad la versión del Gobierno venezolano sobre los hechos. El tipo de información que TeleSur difunde sobre los hechos lo que hace es garantizar la impunidad y contribuir al obstáculo del acceso a la justicia para las víctimas de violación a derechos humanos y delitos en el contexto de las protestas”.

Nizar El Fakih, del Centro de Derechos Humanos de la Ucab, añade: “Es el intento por politizar las violaciones de DDHH, cuando lo único cierto es que el Estado es el responsable de garantizar el ejercicio legitimo del derecho a la protesta pacifica y la integridad de las personas que ejercen este derecho. El responsable de que no exista un fallecido en una protesta es el Estado. De igual modo, es el responsable de disuadir la violencia, en caso de que exista en una manifestación, siempre apegado al respeto de los derechos humanos, atendiendo a los estándares internacionales en materia de control del orden público”.

http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/150215/una-verdad-otra-verdad
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