Textos escolares del Gobierno están llenos de contenido oficialista
Aunque poco tienen que ver las matemáticas con las misiones del Gobierno, ese es parte del contenido del libro de Matemática de sexto grado de la Colección Bicentenaria, que desde hace par de años el Gobierno distribuye en planteles públicos. Los capítulos además incluyen apartados llamados “Algo para conocer” que, por ejemplo, explican que el primer Mercal inaugurado por el fallecido expresidente Hugo Chávez está en Caricuao.
El alto contenido ideológico partidista de los libros ha sido denunciado por docentes investigadores que coinciden en que “se está sesgando la Historia”. “Más que un texto escolar parece un panfleto, un documento doctrinario para formar militantes”, sentencia el profesor de la UCV Tulio Ramírez, quien analizó el contenido.
La colección fue editada en 2011, en principio solo para educación primaria, y en 2012 se repartieron 12 millones de ejemplares en las escuelas públicas. A mitad del año escolar pasado llegaron ediciones para secundaria, que incluían textos para materias como Castellano, Matemáticas, Historia, Ciencias Naturales y Sociales. Para este año esperan distribuir 35 millones de libros, según anunció el presidente Nicolás Maduro.
La orden es que los textos sean usados como única referencia en los planteles públicos, con la justificación de reducir los gastos de los padres en la adquisición de la lista de útiles, ampliar el mercado de las editoriales tradicionales y dar herramientas de instrucción acordes a los maestros.
Sin embargo, la decisión queda en manos de los profesores. “Uno siempre le da su toque a las clases. En mi caso (Ciencias Sociales) yo procuro ignorar parte del contenido progobierno y lo doy de mi manera habitual”, confiesa un maestro de un liceo en Caricuao.
En todas las ediciones prevalece el vocabulario oficialista, pero es mucho más evidente en los libros dedicados a los estudiantes más grandes, a partir de quinto grado. Desde educación inicial se tratan conceptos como el de la Resistencia Indígena, Escuela Bolivariana para referirse a cualquier escuela, patria, afrodescendiente, burguesía y líderes comunales para hablar de quienes integran la comunidad.
“Es una re-significación de la realidad”, dice Robert Rodríguez, profesor investigador de la UPEL, quien también estudió los contenidos. “La educación no debe ser político-partidista. Sí debe tener orientación política pero hacia los principios constitucionales, como la Democracia”, indica.
En el caso del contenido histórico, Ramírez explica que está lleno de “exageraciones, tergiversaciones y omisiones importantes”. Del primer tipo basta con mencionar que nueve periodos presidenciales se trataron en 20 páginas, mientras que el del ex presidente Chávez abarcó 26.
Narrar los hechos del 11 de Abril sin mencionar a los pistoleros de Puente Llaguno ni los francotiradores o ignorar el despido de 18 mil trabajadores de Pdvsa, después del paro de 2002, son solo algunas de las omisiones que descubrió el profesor de la UCV en un análisis que realizó al texto de Ciencias Sociales de sexto grado.
“A esa edad (entre 10 y 12 años) los contenidos se alojan en la conciencia y luego son muy difíciles de desaprender”, expresa con preocupación Ramírez.
Eso ineludiblemente deja huella en la sociedad. “Quedan cicatrices. Porque el proceso de descubrir que el tipo no era un héroe sino un corrupto es traumático”, concluye el investigador de la UPEL.