Junio 17,2019.- Cuando el coronel de la Guardia Nacional Ramón Alí Peñalver Vásquez llegó hace una semanas en calidad de detenido a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas, la reacción de oficiales presos fue de protestaMuchos son sus víctimas; están allí porque él los envió a la cárcel siendo Juez Militar. Los custodios debieron trasladarlo a un área distinta de los inmundos sótanosque sirven de cárcel a muchos militares imputados por conspiración contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Peñalver Vásquez fue un verdugo en el Tribunal Militar de Vargas, en el Tribunal Militar 2° de juicio de Maracay (Aragua) y en la Corte Marcial. Ahora cayó en desgracia porque los cuerpos de Inteligencia lo acusan de estar involucrado en los sucesos de la Operación Libertad del 30 de Abril, que lideró Juan Guaidó en las inmediaciones de la base aérea La Carlota.

Le aplicaron al coronel lo mismo que permitió que le hicieran a varios de los militares cuyas causas él sentenció. Lo allanaron sin orden previa, lo detuvieron sin que así lo decidiera juez alguno, lo incomunicaron por unos días, le abrieron un expediente con actas fabricadas. Y para colmo, Nicolás Maduro lo expulsó de la Fuerza Armada y lo degradó “por traición a la patria”.

Con el decreto 3.855 Maduro consideró que el coronel Ramón Alí Peñalver Vásquez forma parte del grupo que ha pretendido mediante “actos hostiles, medios violentos y desconocimiento de las autoridades legalmente constituidas, cambiar la forma republicana de la nación, poniendo en peligro la independencia, soberanía y la integridad del territorio”.

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