Henry Angulo, padre de un menor de edad detenido en la PNB de Catia | Omar Véliz

Todos los días Lizbeth Manzano atraviesa la ciudad desde Petare hasta Catia para llevarle la comida a su hijo de 14 años de edad, detenido desde el 26 abril en la sede de la Policía Nacional Bolivariana.

El adolescente fue aprehendido al salir de la estación del Metro de Chacao. Iba al centro comercial Sambil a cortarse el cabello, pero nunca llegó porque una masa de gente corrió hacia él. El joven se quedó parado en el lugar y oficiales de la PNB lo apresaron; también recogieron un morral que, según el expediente, el estudiante cargaba encima. Dentro había banderas de siete estrellas, bombas molotov, chinas, metras, máscaras antigases y una granada. Sus padres niegan que el bolso le pertenezca.

“Mi hijo duerme en el mismo piso donde hacen pipí y pupú. No nos permiten traerles una sábana o una toalla. Pasó ocho días sin bañarse y sin defecar”, denunció Manzano. En la celda hay cucarachas y malos olores.

La audiencia de presentación se realizó el 27 de abril. El juzgado precalificó los delitos de instigación pública y detentación de sustancias incendiarias. Le otorgó al adolescente una medida sustitutiva de libertad, con la presentación de 3 fiadores de 60 unidades tributarias cada uno, que consignaron hace una semana.

Mientras completan el trámite, el joven permanece detenido en Catia. “Lo tienen en condiciones infrahumanas. A él y a todos los menores de edad que están ahí”, afirmó Henry Angulo, padre del muchacho, cuyo nombre no puede revelarse porque lo protege la Lopnna.

Al estudiante de octavo grado lo tenían en una celda con 22 presos. Sin embargo, Manzano tuvo una discusión con un policía y desde el 1° de mayo lo recluyeron en un baño, en compañía de otro menor de edad. El área mide 2 metros de ancho, por 2 de largo y no tiene ventilación.

“Los policías no lo han maltratado, pero lo tienen en unas condiciones como si hubiese asesinado a 20 personas”, denunció Manzano.

Desde la detención, lo han podido ver en tres oportunidades. Entre todas no suman más de una hora de visita. “Cuando entramos a verlo, lo bajan esposado junto a hombres mayores. A veces hay hasta 8 personas esposadas juntas. No nos dejan tocarlo”, dijo la madre.

La comida la entregan en envases de anime, que el estudiante debe comerse con las manos porque no se les permite usar cubiertos. Los padres del adolescente dijeron que está decaído y desesperado por salir en libertad.

http://www.el-nacional.com/sociedad/ADOLESCENTES-CATIA-CHACAO-DETENIDOS-LOPNNA-MENORES-PNB-PRESOS-PROTESTAS_0_403759839.html