Miami 8/2/2023 Una enviada especial de #Raícesvenezolanasmiami visitó el Hotel Roosevelt, en Manhattan, Nueva York, para conversar con los inmigrantes que se encontraban en las aceras del hotel en la espera de una habitación. Entre ellos, había algunos provenientes de Sudamérica y África, pero nuestra enviada se enfocó en los venezolanos, quienes le contaron su difícil situación. Todos habían tenido una larga travesía que incluía haber pasado la peligrosa selva del Darién en Panamá.
Los venezolanos le explicaron que tenían tres días de haber llegado a la ciudad y se encontraban durmiendo sobre cartón en la acera, porque el hotel sobrepasó su capacidad máxima. El hotel está reservando las habitaciones a familias con niños quedando por fuera las parejas sin hijos y los hombres solteros.
La razón que nos expresaron de haber emigrado de Venezuela se debió a que una vez cobraban, el sueldo de un mes solo les alcanzaba para comprar un cartón de huevos y arroz.
A diferencia de lo que se ha leído en las redes sociales, el grupo insistió en que no quieren depender del Gobierno estadounidense, sino conseguir un permiso de trabajo para comenzar a laborar y salir adelante. “No queremos nada regalado”, afirmaron.
Sin embargo, obtener el permiso de trabajo es una situación que los tiene entre la espada y la pared, porque desconocen el proceso para tramitarlo y sus opciones se reducen a trabajar como delivery que es lo que les comentan. Para ello, necesitan una licencia de conducir, que tiene su proceso de examen y el tiempo en ser procesada.
Un grupo de venezolanos que compraron la moto, desconocían los requisitos para su uso como cumplir con los registros, el trámite de una placa y la obtención de una licencia, ya que el concesionario que se les vendió la moto, no les dio esta información por lo que estos vehículos fueron decomisados por la policía de la ciudad de New York hace unos días.Tras conocer el proceso, muchos regularizaron su situación.
Los inmigrantes en las afueras del hotel contaron que algunos ya fueron enviados a otros refugios, pero al llegar se encontraron que también sobrepasaron su capacidad máxima, por lo que regresaron a la intemperie frente al Hotel Roosevelt para continuar en la cola, manteniendo una esperanza de encontrar una habitación. Algunos se mostraron impacientes con el proceso y dijeron que se saldrían de la cola para ver cómo resolvían.
A pesar de que en el hotel se cuenta con un trabajador social de la institución escogida por la Alcaldía de Nueva York para manejar la crisis de los inmigrantes, no han sido totalmente eficaces en orientarlos porque muchos de ellos tenían dudas y no saben qué hacer.
También conocimos a una venezolana que ya lleva dos meses alojada en el hotel y cuenta con una moto propia, registro y licencia para manejar que tramitó en New York y gracias a esto esta haciendo delivery. Ella se toma su tiempo en orientar a los que están llegando y se encuentran durmiendo en las aceras que rodean el hotel.
La enviada especial de #Raicesvenezolanasmiami se topó con otro caso de un inmigrante que informó que tiene la cita en la corte en noviembre y no cuenta con el dinero para asistirse con un abogado ni sabe cómo hacer el proceso.
Los inmigrantes en las afueras afirmaron que ellos aceptan la comida sin quejarse. Todos los días les dan ensalada, pero les falta la proteína. Sin embargo, hay personas solidarias que se acercan y les llevan comida para que completen el plato.
La enviada especial de Raíces intentó hablar con el personal del hotel encargado de manejar a los inmigrantes y se mostraron bastante cerrados en dar información.
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