Al menos 39 personas murieron la madrugada del miércoles cuando un autobús en el que viajaban decenas de inmigrantes con destino a Estados Unidos chocó con otro vehículo en una carretera en Panamá, dijeron las autoridades.
“La información preliminar (…) indica que 39 personas, lamentablemente, han perdido la vida. Los heridos están siendo atendidos en los distintos hospitales y centros de salud”, afirmó en un comunicado el Servicio Nacional de Migración.
El autobús llevaba a inmigrantes desde el Darién, una región selvática en la frontera con Colombia, a un cruce fronterizo con Costa Rica para que pudieran continuar hacia el norte.
El comisionado jefe de tránsito de la policía, Emiliano Otero, dijo a los periodistas que en el vehículo viajaban 66 personas, incluido el conductor y el asistente.
Aún se desconocen las causas exactas del accidente y la nacionalidad de los pasajeros del autobús.
“Estamos investigando en este momento”, dijo Gozan a la AFP por teléfono.
Según las autoridades, varios heridos fueron trasladados en ambulancia al hospital de la ciudad de David, cabecera de la provincia de Chiriquí.
El conductor del autobús, por error, no se detuvo en un refugio cerca de Guaraca donde se suponía que los viajeros debían descansar antes de dirigirse a la frontera con Costa Rica. Tras percatarse de ello y darse la vuelta para dirigirse al lugar, el autobús chocó contra un microbús, según medios locales.
Cifras récord de inmigrantes
Miles de inmigrantes ilegales llegan desde Colombia, viajando a través de una densa selva donde la vegetación, los ríos y los pantanos impidieron la construcción del tramo faltante de la Carretera Panamericana. Muchas personas murieron en este viaje.
Esta frontera selvática de 266 km de largo y 575.000 hectáreas es una ruta llena de peligros como animales salvajes, ríos embravecidos y bandas criminales.
Sin embargo, 248.000 personas cruzaron el Darién hacia Panamá en 2022, según el gobierno panameño, superando el récord del año anterior de 133.000 inmigrantes. Son principalmente venezolanos, pero también hay ecuatorianos, haitianos y cubanos, además de africanos y asiáticos.
El riesgo siempre está allí
Para ayudar a los viajeros, el gobierno panameño, en colaboración con varias agencias de la ONU y otras organizaciones internacionales, ha establecido varios campamentos de refugiados para brindar asistencia humanitaria a los inmigrantes.
Las autoridades panameñas han facilitado el traslado de inmigrantes en buses privados a Paso Canos, la frontera de la ruta interamericana con Costa Rica.
“Es lamentable este accidente de tránsito, son personas que están buscando mejores condiciones de vida […], pero es parte del riesgo”, dijo Gozaine a Telemetro.
Agregó que los buses que llevan a los inmigrantes a Paso Canos “usan las horas de la noche para viajar, porque hay menos tráfico”, por lo que en general los viajes son más seguros, rápidos y “más frescos”.
Con información de AFP
