Ciudad de El Paso, Texas. La noche del #5ene mientras el reportero Anthony Aguero se encontraba cubriendo el entorno de los inmigrantes en situación de calle, la mayoría venezolanos, fue sorprendido por ataques verbales, que aparentan ser “incitación al odio” y acoso
El reportero Aguero pudo notar que habían activistas locales que se encontraban presentes, aparentemente, comenzaron estos ataques e incitaron a algunos de los venezolanos.
No conforme con esto, comenzaron a grabar y le acercaban el flash del celular a la cara de Aguero impidiéndole trabajar y violando la Primera Enmienda de la Constitución de los EEUU.
Además, pasada la medianoche, pusieron a todo volumen la canción “En Venezuela” y sacaron las banderas con todo lo que podían y comenzaron a cantar. Eso está prohibido, hay un horario para el ruido alto que se debe seguir.
En el momento había una fuerte custodia de la policía en la ciudad de El Paso, Texas, que al ver lo que ocurría ofrecieron protección al reportero y se mantuvieron a su lado custodiándolo
Es para nosotros, como organización de los DDHH y que aboga por los inmigrantes venezolanos, una situación que nos produce vergüenza porque este grupo de compatriotas, muchos de ellos no tiene siquiera un estatus migratorio, y hacer un acto como este y frente a la policía es violar las leyes de este país. Incitar al odio es un delito en EEUU.
Queremos insistir a los venezolanos que están inmigrando, que no se dejen manipular, q ellos deben de buscar legalizar su situación y esto arrastra a una comunidad que se ha esforzado en dar un buen ejemplo.
Además, repudiamos que ellos hayan atacado a un ciudadano estadounidense gritándole que se fuera del lugar, entre otros insultos.
La ciudad de El Paso, Texas, es territorio estadounidense, y EEUU es un país de normas, los reporteros y todas las personas de este país se deben de respetarse. Queremos insistir a todos los venezolanos que están llegando, incluyendo a los que no se presentan ante la patrulla Fronteriza y se mantienen en la ilegalidad, que hay q ajustarse a las normas porque hay consecuencias que se pagan caro.