Acusado de colaborar con las FARC murió por falta de atención en Ramo Verde: “Nos lo entregaron moribundo”

Foto: Google

En el esfuerzo por encubrir la violación de derechos humanos, cometida contra cientos de militares y civiles, el régimen venezolano ha trasladado a presos políticos a cárceles comunes. Pretenden cubrir con barniz la sangre, lágrimas, tortura y muerte de los centros de reclusión, a cargo del SEBIN y la DGCIM, cambiándoles el nombre, pasándolos al control del Ministerio Penitenciario. Uno de esos casos es el de tres policías metropolitanos condenados por el intento de golpe militar del 11 de Abril de 2002.

Pero la violación a los DDHH no se detiene, como lo revela el caso de Héctor Julio Buitrago.

En la cárcel de Ramo Verde hay un gran número de personas del estado Apure señaladas de guerrilleros o colaboradores del Décimo Frente de las FARC. Uno de esos detenidos fue Buitrago (64 años), oriundo de El Yagual, población del municipio Achaguas, Apure.

Funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) lo detienen el 15 de agosto 2021, cuando se encontraba en su vivienda en El Yagual. A él lo relacionan con la disidencia de la guerrilla que comanda Gentil Duarte y le imputaron; Traición a la Patria, Ultraje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana e instigación a la rebelión militar. Lo envían al tercer piso, anexo B de la cárcel militar de Ramo Verde.

En El Yagual detuvieron a varias personas a quienes relacionan con el Décimo Frente de las FARC

El 9 de octubre comenzó a presentar mareos, debilidad y perdida de la fuerza, según el testimonio que otros reclusos le dieron a la familia de Buitrago.

“Sus compañeros de celda llamaron a los enfermeros del servicio médico del mencionado centro penitenciario, quienes determinaron que tenía la tensión muy elevada y una baja de azúcar alarmante, pero aun con esa crisis hipertensiva e hipoglicémica, solo recomendaron suministrarle un caramelo, y que los compañeros de celda lo observaran”.

Los otros reclusos se sintieron impotentes de poder ayudarlo, intentaron que comiera y reanimarlo. Esa noche del 9 de octubre empeoró la salud de Buitrago. Sus compañeros de celda alertaron en alta voz lo que sucedía, solicitaron el traslado de emergencia al ver el deterioro progresivo de su salud. Insistieron en que, avanzada la noche, si se presentaba una emergencia y con las celdas cerradas no podrían avisar a nadie.

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