13/12/2020 Miami-EE.UU. Dos sargentos venezolanos detenidos en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil), conocida como Ramo Verde, “desaparecieron” la tarde del sábado luego de que una comisión de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) realizara una brutal requisa dentro de la cárcel militar.
Los sargentos fueron detenidos el 21 de enero de 2019 luego de un alzamiento militar contra el régimen de Nicolás Maduro donde más de 40 oficiales de la Guardia Nacional (GN) tomaron el parque de arma de la comandancia de Petare, en Caracas, y se atrincheraron en el comando de San José de Cotiza, ubicado en la ciudad capital.
Ese día, al menos 27 efectivos fueron detenidos luego del enfrentamiento entre colegas y de que civiles manifestarán su apoyo al movimiento.
Hasta el momento se desconoce el paradero de los militares. Sin embargo, cabe resaltar que el 7 marzo del año en curso, funcionarios del régimen de Nicolás Maduro trasladaron, sin notificar a sus familiares, al sargento de tercera Luis Bandres, líder del alzamiento en Cotiza, desde Ramo Verde ubicado en Los Teques, estado Miranda, hasta la cárcel La Pica en el estado Monagas.
Destrozos a celdas
Pasadas las 6:00 a.m. del 12 de diciembre del año en curso, una comisión de al menos 200 efectivos de la Dgcim ingresó a la cárcel militar de Ramo Verde, sin respetar el distanciamiento dictado por el régimen de Nicolás Maduro para evitar la propagación del Coronavirus y destrozando todo a su paso.
La comisión, que llegó en unos 29 vehículos y 14 motos, estuvo encabezada por el general de brigada Bustamante Pernia.
Un custodió informó al portal Venezuela Awareness que los efectivos robaron comida y ropa que le llevan los familiares a los “secuestrados políticos”, término utilizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) a través de su secretario, Luis Almagro.
“Lo que no se llevaron lo destrozaron”, dijo la fuente a Venezuela Awareness, quien pidió el anonimato por medio a represalias.
La requisa duró hasta las 12:00 p. m. y bajo la mirada cómplice del director del penal, Israel Brito Rodríguez, quien desde hace más de nueve meses no permite la visita de familiares al penal y planea, según denuncias, realizar los acercamientos por medio de una reja “para evitar contagios” de covid-19.
La acción de la Dgcim generó que los privados de libertad se alzaran y exigieran el derecho a la visita. Sin embargo,el director del penal “los castigo” y los encerró a todos en sus celdas.
El hecho asoma la posibilidad de que no permiten las visitas de los familiares para que no vean el estado en el que se encuentran los presos políticos y así los funcionarios del régimen realizar traslados injustificados.
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