ABC: Maduro y sus fracturadas relaciones con la Iglesia

El régimen de Nicolás Maduro ha sido señalado, en un informe elaborado por el Gobierno de Estados Unidos, de atacar desmesuradamente las libertades religiosas en Venezuela, y precisa que el chavismo ha interrumpido el culto de la iglesia y también ha desmontado mobiliarios de templos. Según el Informe Anual de Libertades Religiosas, en el país sudamericano ha habido un incremento del antisemitismo. Pero el líder chavista, que es fiel al movimiento hinduista Sai Baba y afecto a la brujería, ha buscado desde finales del año pasado erigirse como líder evangélico para frenar la caída de su popularidad.

Ymarú Rojas | ABC

Las relaciones de Maduro con la iglesia católica venezolana han estado bastante fracturadas, y la grieta se ha abierto aún más desde que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) calificó al régimen como un «Gobierno ilegítimo y fallido», y solicitara ayuda humanitaria en el contexto de las violaciones de derechos humanos en el país. Los obispos han exhortado elecciones libres para que Venezuela pueda salir del atolladero en el que se encuentra y sugirió al propio Maduro que se hiciera a un lado para que se realicen elecciones libres. Para Maduro, la CEV es un partido político y ha llamado a varios de sus obispos «diablos con sotanas».

Visita al Papa

El catolicismo ha sido una de las religiones que Maduro ha dicho públicamente que no comparte. Sin embargo, el Papa Francisco, que hace guiños al comunismo, ha recibido al líder chavista en la Santa Sede. Su última reunión en privado se celebró en El Vaticano en 2016, una visita enmarcada en la preocupante situación de crisis política, social y económica del país sudamericano, crisis que Jorge Bergoglio ha mencionado con mucha generalidad y sin señalar al régimen como los responsables.

En 2019, Francisco reprochó a Maduro con suavidad por los incumplimientos de acuerdos entre Miraflores y El Vaticano en el diálogo de negociación que se llevó a cabo en República Dominicana en 2018, en la que la Santa Sede participó como mediador. En una carta del Papa, filtrada en el diario italiano «Corriere della Sere», el Sumo Pontífice se dirigió a Maduro como «excelentísimo señor» y no como presidente, una expresión que aplaudió la oposición por considerar un reconocimiento a Juan Guaidó, como presidente interino, que en ese momento recién buscaba las vías para sacar a Maduro.

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