Al menos 332 migrantes venezolanos fueron asesinados en Colombia entre los años 2018 y 2019 según reportes emitidos por el Instituto Nacional de Medicina Legal de la República de Colombia.
Los informes parciales señalan que hasta julio de 2019 se produjo el asesinato de 233 venezolanos, prácticamente un venezolano fue asesinado diariamente durante los primeros siete meses del año que acaba de finalizar.
Del total de las víctimas 206 eran de sexo masculino y en 27 casos se trató de femicidios, reportó Medicina Legal.
235% de incremento
En el mismo período, pero en el 2018, 195 venezolanos murieron en Colombia, 99 asesinados, 40 por muerte accidental, 38 murieron en accidentes de tránsito y 18 se suicidaron.
Según estas cifras el número de asesinatos de venezolanos aumentó en 235% en un año fundamentalmente debido al incremento de la migración de venezolanos hacia los distintos países del continente.
Los departamentos en los que más venezolanos murieron en los primeros seis meses de 2018 fueron el Norte de Santander con 55 casos Atlántico, Arauca 17 y Bogotá con 15 muertes registradas
Hampa y falta de protección
Al estudiar los móviles de los crímenes especialistas consideran que una de las causas del incremento de las muertes es la participación de las víctimas en bandas que sembraron raíces en Colombia y que producto de la misma dinámica criminal sus integrantes terminaron asesinados.
También destacan la xenofobia y la falta de protección que sufren muchos de los migrantes quienes al no conseguir empleo formal terminan incorporándose al submundo del comercio ilegal, la delincuencia, explotación y la trata de personas.
Préstamos criminales
Otros caen redes de “préstamos gota a gota”, estructuras del narcotráfico utilizadas para legalizar el dinero sucio.
Bajo la figura del préstamo rápido y sin mayores requisitos, atrapan a sus víctimas que requieren de recursos.
La oferta de pagar la deuda “gota a gota” o sea poco a poco capta el interés de quien requiere el dinero, lo que no dicen es que los intereses de usura terminan obligando a los acreedores a pagar con su libertad o con sus propia vida el préstamo.
Las mujeres al no poder pagar pasan a formar parte de redes de prostitución, los más jóvenes terminan convertidos en sicarios o narcomulas o son desalojados de sus residencias y otros son asesinados como ejemplo para los acreedores.
Con información de El Universal