Agosto 03, 2016-Si las empresas de telecomunicaciones no pueden pagar a sus proveedores extranjeros, los venezolanos podrían dejar de disfrutar del servicio
Los venezolanos corren el riesgo de quedarse literalmente incomunicados con el exterior, debido a que dos de las más importantes empresas de comunicaciones se ven limitadas para acceder a divisas y poder pagar el servicio de Internet y llamadas en el extranjero.
Las operadoras Telefónica SA y Corporación Digitel CA ya suspendieron los servicios de roaming y llamadas internacionales fuera del país suramericano, luego de no poder extender los plazos de pago con empresas de telefonía extranjeras.
Los precios para ofrecer un servicio de Internet cada día aumentan; sin embargo, el servicio no es de calidad debido a que las empresas de comunicaciones no pueden actualizar y modernizar la infraestructura y sus equipos anticuados.
“Hay operadores que simplemente dejan de ofrecer sus servicios porque no pueden acceder a los dólares que debe aprobarles el Gobierno, y la inflación es tan rampante que no pueden fijar un precio”, dijo a Bloomberg Tina Lu, consultor en Tecnología de Inversicación de Mercado en Buenos Aires.
“La triste realidad es que si el servicio sigue allí deberá ofrecer precios inasequibles para los venezolanos con un salario medio”, aseveró.
La pasada semana, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prohibió a los operadores de telecomunicaciones como Telefónica y Digitel aumentar sus tarifas, lo que podría afectar aún más su capacidad de pago para proveer las conexiones.
Dichas compañías esperaban aumentar hasta 10 veces sus tasas para así poder pagar sus propias cuentas de interconexión en el extranjero, por lo que muchos venezolanos no iban a poder acceder a través de sus teléfonos móviles al servicio de Internet.
En muchos países, entre ellos Venezuela, los proveedores de Internet tienen que compensar con pagos a sus homólogos extranjeros o a un intermediario para los datos transmitidos en sus redes.
La situación podría empeorar si las compañías de Internet no pueden conectarse con el mundo exterior, ya que muchos venezolanos confían en los servicios basados en la Web como WhatsApp para comunicarse con familiares y amigos en el extranjero.
Si la dificultad en el acceso a las divisas obliga a los operadores a dejar de pagar, los venezolanos podrían ser bloqueados del Internet alojado fuera del país, dijo José Otero, director de América Latina y el
Caribe para el grupo de comercio 5G Américas.
“Si no hay Internet, no hay comunicación; esto va más allá de ser un problema para el sector de comunicaciones, porque existe una posibilidad de censura increíble “, señaló.
Ante esta situación la noche de este lunes 1 de agosto el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que si las empresas de telecomunicaciones en el país no pueden solucionar sus problemas y cumplir con sus servicios “lo mejor es que se las vendan al Estado”.
Los venezolanos han utilizado durante muchos años los medios de comunicación digital tanto nacionales como extranjeros para poder saciar la falta de información impuesta por el Gobierno en emisoras radiales y televisivas controladas por el Estado.
“Venezuela ya se aísla en términos físicos, con más y más líneas aéreas cancelando sus servicios allí “, dijo Pablo Bello, secretario general de la Asociación Interamericana de Telecomunicaciones, con sede en Uruguay.
“Ahora, los operadores de telefonía no pueden acceder a las moneda extranjera, y vemos un nuevo tipo de aislamiento que implica la comunicación y conexión, algo que nos preocupa mucho”, señaló.
Recientemente Telefónica aumentó más del doble el precio de su plan de Internet completo con una regarga de 1.045 bolívares por alrededor de 280 megabits de datos. Esa tasa es de alrededor del 12% de un salario semanal promedio; sin embargo la inflación es tan deforme que el plan sigue siendo aún menos costoso que un paquete de cigarrillos.
A los venezolanos que pueden pagar por el acceso a Internet se les ofrece la velocidad más baja del mundo, con un promedio de alrededor de 1,9 megabits por segundo — más lento que en Bolivia o en Egipto, según muestra un estudio de Akamai Technologies Inc.—.