protestas2014Febrero 12, 2016.-(Prensa VAF) Cada 12 de Febrero se celebra en Venezuela el día nacional de la juventud, conmemorando que ese mismo día pero en 1814, donde la mayoría de sus protagonistas fueron jóvenes quienes lucharon para liberar a Venezuela y darle autonomía. Ese mismo día pero de con 200 años de diferencias, miles de jóvenes salieron a las calles, sin saber el trágico destino que les esperaba.

Diferentes zonas del país, estaban llenas de energía y esperanza. La multitud de miles de venezolanos que se aglomeraban en cada calle con ondeantes banderas, y como oración al cielo, las pancartas y consignas a favor de la libertad en la unidad de un solo grito, como si las notas del himno nacional hubieran tomado vida “Gritemos con brío. Muera la opresión. Compatriotas fieles la fuerza es la unión”. Nunca antes, una concentración se manifestaba en cada esquina de Venezuela, pidiendo lo mismo que hace 200 años, libertad y autonomía.

Crónicas de la tortura

Durante la manifestación de ese 12F-2014, las multitudinarias marchan caminaban por recorriendo las calles de un país que aún hoy pide libertad y autonomía. Hecho que dio paso a una crisis, donde el gobierno usó toda su fuerza represiva, dando como resultado; redadas contra los manifestantes y aproximadamente 40 jóvenes murieron por armas de fuego.

“Nos reuníamos en una esquina y de allí salíamos, a las cuadras siguientes estaba la GNB para atacarnos con perdigones, al voltear para correr y salvarme, estaban las ballenas. Y así fue como no agarraban”-Comenta uno de los jóvenes. “No era fácil, porque te agarraban y luego te golpeaban. Te llevaban con los ojos tapados y tú no sabías a donde. Lo que sabías era el dolor de lo fuerte que te pegaban cada vez que les daba la gana”.

Entre lágrimas y tocándose su cabello como si ese simple gesto evocara un recuerdo profundo, una estudiante de derecho recuerda como fue golpeada y torturada “Me cortaron mi cabello con una máquina, aunque creo que se caía por los galones que me daban. Luego me llevaron a un cuarto oscuro y me amenazaban con violarme, mientras me tocaban las piernas” “Yo salí, pero los otros aún siguen adentro. Sabrá Dios que les estarán haciendo”, dice la estudiante al referirse a los presos políticos que hoy día esperan un milagro que les de su libertad.

Si bien es cierto, las manifestaciones que iniciaron aquel 12F-2014 tuvieron un desenlace fatal, incluir a los más de 100 presos políticos, 40 jóvenes asesinados, también hay que añadir a los que sufren lesiones de por vida causadas por la fuerte represión del componente armado. Amenazas y persecuciones, contra todo el que pareciera sospechoso. Abogados defensores de inocentes hoy día en el exilio, junto a otro grupo de profesionales que pese la distancia, su corazón late a tres colores y con siete estrellas sobre el azul, tal vez por eso, exiliados e inmigrantes, en la diáspora errante, manifestaban frente a las embajadas en apoyo a quienes marchaban, tratando despertar el apoyo de gobiernos cómplices, que se dejaron comprar a cambio de un tormentoso silencio cuya factura en la guillotina de prebendas petroleras. Será el tribunal de la historia, que juzga pero no condena el encargado de sentenciar, y los herederos de las naciones involucradas, encargados futuros de promover la justicia en recuerdo del pasado.

Familias divididas y madres cuyos hijos hoy son mártires, en un país que cambió para siempre. Aquel trimestre del 2014 durante la crisis, se padeció una guerra civil. Donde el asedió no solo era con balas, también se manifestó cuando la luz se iba misteriosamente en zonas urbanas para que nadie pudiera informarse por los medios de comunicación y ver lo que sucedía, no sin las llamadas de intimidación a los medios de comunicación, donde el alto gobierno amenazaba como le diera la gana. La falta de alimentos y medicinas que daba señales de un nefasto inicio, cubrías las esperanzas de los venezolanos. Momento oportuno, donde tanquetas de guerra recorrieran las calles junto a pandillas de choque. Sin embargo, en todo se podía ver que los estudiantes y el que no lo fuera salía a la calle sin miedos, como decían las pancartas: “Se robaron todo, que hasta el miedo se lo llevaron”.

Este artículo pertenece a Venezuela Awareness. Se permite su reproducción total o parcial siempre que se haga mención a la fuente.