en nuestra opinion per1208motosDiciembre 08, 2015.-La contundente victoria de la oposición en las elecciones legislativas de Venezuela celebradas el domingo pasado es una clara expresión del rechazo de la mayoría del pueblo a la revolución chavista.

El triunfo del domingo fue histórico. Según los resultados preliminares del Consejo Nacional Electoral, la alianza opositora venezolana que conforma la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó 99 de los 167 escaños que fueron a elección, mientras que los aspirantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la agrupación oficialista, solo consiguieron 46.

Más adelante, la MUD anunció que había obtenido 112 escaños y que por lo tanto contaba con los dos tercios de la asamblea legislativa.

En Miami, donde reside una numerosa población de venezolanos exiliados –la mayoría opuesta al chavismo–, el triunfo electoral fue recibido con enormes muestras de júbilo.

De acuerdo con la líder venezolana exiliada Patricia Andrade, directora del grupo Venezuela Awareness, la derrota del oficialismo se debió a dos factores: el azote de la delincuencia y “el hambre que pasa la gente”. Venezuela sufre un agudo problema de desabastecimiento que obliga a la población a estar largas horas en colas para adquirir los productos básicos, sumado al malestar económico causado por los bajos salarios y una inflación que casi llega al 150%. En cuanto al índice de crímenes, Venezuela solo está por debajo de Honduras en tasa de homicidios.

El gobierno de Nicolás Maduro ha sido desastroso, y esa incompetencia se castigó en las urnas. Afortunadamente, al parecer el régimen no cometió los fraudes electorales que muchos observadores temían.

Los venezolanos exiliados ya han pedido que se promulgue inmediatamente una amnistía que ponga en libertad a 95 presos políticos. Entre ellos, debe quedar en libertad Leopoldo López, un destacado líder opositor, condenado a casi 14 años de cárcel por su participación en las protestas populares que sacudieron al régimen de Maduro en febrero del 2014. Desde ese mismo mes, López está encarcelado.

El triunfo de la oposición marca el principio del fin del chavismo. El pueblo venezolano ha hablado: no quiere el modelo impuesto por el difunto presidente Hugo Chávez, que trató de imponer en Venezuela un sistema inspirado en el comunismo cubano. Ahora que ya ha ocupado una posición mayoritaria en el parlamento venezolano, la oposición debe ir desmontando las disparatadas medidas chavistas y promulgar nuevas leyes encaminadas a erradicar las penurias y las injusticias y aliviar la penosa situación cotidiana de Venezuela.

Desde luego, hay que ver cuál será la reacción de Maduro y sus seguidores, las cartas que podrían tener en la manga, y no olvidar las amenazas que el líder chavista ha expresado en caso de que su agrupación saliera derrotada. La oposición venezolana se ha anotado un gran triunfo, pero no puede bajar la guardia.