García Márquez afirmaba “detestar” a Borges por motivos políticos, pese a respetarlo como literato. (Emol)
García Márquez afirmaba “detestar” a Borges por motivos políticos, pese a respetarlo como literato. (Emol)
García Márquez afirmaba “detestar” a Borges por motivos políticos, pese a respetarlo como literato. (Emol)

Septiembre 09, 2015.- Los escritores, poetas, músicos, profesores, periodistas que hoy guardan silencio o apoyan los atropellos algún día tendrán que justificar su complicidad

La timidez no es cosa menor. Basta recordar que al prodigioso músico Dmitri Dmitrievich Shostakovich (1906-1975) su profunda timidez le dificultaba verbalizar lo que él pensaba. Esto muchas veces le hizo pasar por un fervoroso amante del régimen soviético,  aunque en el fondo los repudiaba.

Shostakovich compuso bajo la mirada pendenciera de los miembros de laNomenklatura. El compositor tuvo que cambiar en algunas ocasiones sus partituras para satisfacer los requerimientos del poder. Incluso fue obligado a demostrar apoyo al régimen comunista frente a la opinión pública.

Los partidos de izquierda han usado a lo largo de la historia a los intelectuales con fines propagandísticos. Grandes novelistas, músicos, directores de cine y teatro, poetas, profesores, periodistas, rendidos a los pies de las ideas marxistas, han servido de plataforma para sostener el ideario colectivista. Modelo en el que una élite tácitamente esclaviza al resto de la sociedad.

Por extensión, estos intelectuales odian la sociedad capitalista. Les molesta el éxito de los hombres de negocios en una economía de mercado. Hombres a los que ellos consideran intelectualmente inferiores.

En las reflexiones de los intelectuales de izquierda se esconde un profundo resentimiento contra el capitalismo —al respecto se puede leer el ensayo de Robert Nozick, ¿Por qué se oponen los intelectuales al capitalismo?—. Fieles a las ideas de Marx, consideran que el empresario es un agente inútil y parásito que se apropia de la plusvalía de los trabajadores.

Dentro de esa lógica, todo lo que suene a capital trastorna o vuelve inviable la idea del paraíso terrenal comunista. Con éxito, han logrado posicionar la palabra capital como sinónimo de injusticia.

Además, censuran a otros intelectuales que no comulguen con sus ideas. En el libro “Costas Extrañas” del laureado Coetzee se puede encontrar esta cita atribuida a Gabriel García Márquez:

La única cosa que compré (refiriéndose a uno de sus viajes a Buenos Aíres) fue el volumen de las Obras Completas de Borges – y añadió – viaja conmigo a todas partes, en mi maleta. Lo leo todos los días y se trata de un escritor que detesto por razones políticas.

Sin duda haciendo referencia a las ideas anticolectivistas del escritor argentino que se pueden resumir en este fragmento de su ensayo “Nuestro pobre individualismo“:

El más urgente de los problemas de nuestra época (ya denunciado con profética lucidez por el casi olvidado Spencer) es la gradual intromisión del Estado en los actos del individuo; en la lucha contra ese mal, cuyos nombres son comunismo y nazismo.

Para estos intelectuales es válido cualquier medio que encause el proyecto político que tienen en mente. Incluso si ello compromete el respeto a los derechos humanos.

Hoy, tenemos en Latinoamérica Gobiernos de corte socialista que han estructurado marcos institucionales que violan los derechos individuales. Bajo la bandera de lograr la igualdad, vieja idea que dejó cien millones de muertos**, se ha estrangulado la república. Lo sucedido en la frontera entre Colombia y Venezuela, el arresto ilegal de opositores, el cierre de medios y organizaciones incómodas*, las vejaciones a ciudadanos, los atentados contra la propiedad privada, etc., son hechos que evidencian el maquiavelismo político de la izquierda,déjà vu histórico.

Lo paradójico es que la inteligentzia de izquierda en el pasado reprobó profundamente cualquier forma de abuso institucional cuando quien gobernaba no era afín a sus ideas. Los escritores, poetas, músicos, profesores, periodistas que hoy guardan silencio o apoyan los atropellos algún día tendrán que justificar su complicidad.

*A la fecha de publicación este artículo el Gobierno de Ecuador se dispone a disolver Fundamedios, ONG encargada de hacer públicos los abusos del poder frente a la libertad de expresión. Mi solidaridad y apoyo a Cesar Ricaurte, director de esta organización, hoy en la mira del gobierno de Correa.

http://es.panampost.com/oswaldo-toscano/2015/09/09/el-silencio-de-los-intelectuales/