Julio 25, 2015.-Recientemente el Consejo Nacional de Derechos Humanos, una instancia gubernamental creada por el presidente Maduro y de la cual forman parte funcionarios del alto gobierno responsables de graves violaciones a los derechos humanos en nuestro país, presentó una propuesta de Plan Nacional de Derechos Humanos para ser discutida ampliamente con diferentes sectores del país.
La propuesta de que los Estados en el mundo entero tuvieran un plan de DD HH surgió en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993 y que es un hito en la historia de las Naciones Unidas donde se aprobó la Declaración y el Programa de Acción de Viena que fue de gran ayuda para coadyuvar los esfuerzos encaminados a lograr la observancia de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Entre las recomendaciones de esta declaración aprobada el 25 de junio de 1993, hace ya 22 años, se establecía que “la Conferencia Mundial de Derechos Humanos recomienda que cada Estado considere la posibilidad de elaborar un plan de acción nacional en el que se determinen las medidas necesarias para que ese Estado mejore la promoción y protección de los derechos humanos”.
En Venezuela en 1996, en el gobierno del doctor Rafael Caldera se creó también una Comisión Nacional de Derechos Humanos con el objetivo, entre otros, de crear un Plan de Derechos Humanos que debía estar acorde con los compromisos asumidos por Venezuela en esta materia, de allí surge el Primer Encuentro del Alto Gobierno con las Organizaciones No Gubernamentales, celebrado en julio de 1997. Esta iniciativa y la posterior discusión de la propuesta de plan fue un gran ejercicio de sana convivencia, respeto y tolerancia entre todos los sectores involucrados en el tema y que allí participaron, se dieron interesantes discusiones en las que inclusive participaron los candidatos a las elecciones presidenciales a realizarse, incluyendo al que posteriormente seria presidente de la República Hugo Chávez Frías. Lamentablemente el plan fue aprobado muy tardíamente y el gobierno que asumía funciones no le dio ninguna continuidad y todo el trabajo y esfuerzo quedo en el olvido.
Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos desde hace más de 11 años han solicitado al Ejecutivo nacional la elaboración de un plan de derechos humanos y solo es hasta ahora que se presenta una propuesta o líneas de trabajo para desarrollar un Plan Nacional de Derechos Humanos a ser ejecutado entre 2015 y 2019.
Este plan consta de 5 ejes estructurantes para ser discutidos: 1) Construcción de una cultura emancipadora de derechos humanos; 2) Fortalecimiento de la institucionalidad para la garantía de los derechos de todas y todos; 3) Participación protagónica del pueblo para el disfrute pleno de los derechos humanos; 4) Relación con los sistemas y organismos internacionales de derechos humanos desde una visión transformadora y 5) Profundización del enfoque de derechos humanos en la legislación, la política y la acción del Estado venezolano.
Apenas se inicia la discusión, aún desconocemos los mecanismos claros de participación, el sitio web del Consejo Nacional de DD HH solo nos presenta una encuesta completamente general para escoger entre opciones ya elaboradas la que más quiera el encuestado, que igualmente actúa de manera anónima. Suponemos que esta encuesta no sea la participación esperada de todos los sectores involucrados en el tema y que de ellas se establezca que fue la participación en la discusión del plan.
El éxito del plan va a radicar en la participación de todos los actores del proceso, esto incluye entes del Estado, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, sectores académicos, colegios de profesionales, expertos en el tema y todo aquel que pueda hacer un aporte útil para enriquecer el mismo. Esta participación, sin lugar a dudas debe de ser una participación abierta, plural, no discriminatoria, alejada de parcialidades políticas que desvíen el objetivo que se busca como es elaborar un Plan Nacional de Derechos Humanos, la tolerancia y el respeto a la diversidad de opiniones debe ser el norte de esta consulta.
Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos han manifestado su disposición a participar en las discusiones que se hagan sobre la propuesta de plan, siempre y cuando se establezcan reglas claras de la discusión y no se pretenda convertir la misma en un monólogo donde la única opinión válida sea la del gobierno.
Autoria de Carlos Nieto Palma