La Subsecretaria de Estado de EEUU para el hemisferio occidental espera que el diálogo atienda las necesidades de los estudiantes venezolanos, pero reiteró que su gobierno “no descarta nada” sobre cómo atender esa crisis, incluyendo las sanciones.
Nueva York.- “Realmente lamentamos haber suspendido temporalmente la emisión de nuevas visas en el Consulado (de Estados Unidos) en Caracas. La razón es que tenemos problemas con la obtención de visas para nuestro personal en el Consulado. Nuestra capacidad de respuesta está reducida, no teníamos manera de saber si para la fecha asignada a un solicitante íbamos a tener personal para atenderlo. Nos parecía injusto con las personas, que pagan por ese servicio. Fue una decisión puramente logística, no fue una postura política”, afirmó Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, al ser consultada el martes en Americas Society sobre la medida tomada por su gobierno a finales de marzo.
“Nosotros queremos que la gente visite Estados Unidos. Hemos tenido conversaciones productivas con el gobierno de Venezuela y apenas tengamos el personal consular volveremos a procesar las visas, tan pronto como sea posible”, agregó.
Consultada sobre su fe en el proceso de diálogo que adelanta el gobierno de Nicolás Maduro con algunos sectores de la oposición, expresó que “sólo los venezolanos pueden decidir si es exitoso o no, según el resultado que estén esperando en el contexto. Es de esperar que abarque a tantos como sea posible, incluyendo a los estudiantes, porque aunque no están en el diálogo, muchas de sus inquietudes sí están siendo discutidas y el resultado debe responder sus necesidades. Esto tiene que ver con la apertura de espacios políticos en las instituciones venezolanas que están cerradas para ellos”.
Según la vicecanciller regional, “es legítimo” que haya expectativas hacia la manera como su gobierno hace seguimiento a la crisis en Venezuela: “nos preguntan cómo podemos apoyar a los estudiantes y otros sectores que están tratando de ser escuchados y tener un espacio. Algo que hemos visto estos años en Venezuela es el cierre progresivo de los espacios políticos, lo que ha dejado a la gente con pocas opciones, más allá de expresarse en público, virtualmente o en las calles. Una de las maneras como podemos apoyar a los estudiantes es retóricamente: decir claramente que la gente tiene que tener una voz para protestar pacíficamente y expresarse, y que apoyamos ese derecho”, afirmó.
Agregó que además “de esa retórica”, el presidente Barack Obama, su canciller John Kerry “y yo misma, hemos dicho claramente que no descartamos nada: revocación de visas u otras formas de sanciones, pero eso sólo se haría si creemos que sería productivo, y no para hacernos sentir mejor a corto plazo. Actualmente hay un proceso de diálogo, facilitado por Unasur y El Vaticano, que presenta esperanzas por primera vez en mucho tiempo sobre los problemas en Venezuela. No sé si será exitoso, espero que sí y hay que darle una oportunidad a ese proceso. Hemos estado muy activos con aliados en el hemisferio para que así sea. Pero si no es así, no descartamos nada”.
Su gobierno, dijo, quedó “muy decepcionado” sobre el debate que la OEA hizo sobre el tema el pasado 21 de marzo. A su juicio el “principal organismo del hemisferio debió pronunciarse más directa y agresivamente sobre Venezuela. Nos decepcionó la actitud de algunas naciones caribeñas al apoyar que la discusión se realizase a puertas cerradas. ¿Cómo se puede discutir algo sobre democracia, libertad de prensa y apertura, cuando la prensa y las ONG s no tienen acceso a la sesión? Las razones para ello quizás son múltiples y complejas, y tienen que ver con las relaciones económicas de estos países con Venezuela. Los votos deberían basarse en principios, pero obviamente hay una vulnerabilidad en la dependencia petrolera”.
En general durante la conferencia Jacobson se mostró optimista por las relaciones de Washington con sus vecinos en el continente: “ya no se trata de qué podemos hacer por Latinoamérica, sino con Latinoamérica, como socios igualitarios que también pueden relacionarse legítimamente con otras regiones”, subrayó en referencia a los lazos comerciales que Asia ha fomentado con Centro y Suramérica.
Agregó además que las crisis son normales, “nunca todo está bien”, y que su gobierno promueve “prosperidad económica, respeto a los derechos humanos, democracia y libre comercio”.
En particular, sobre Colombia comentó que “la inversión y el esfuerzo necesarios para mantener la paz deben ser más grandes que lo que se necesitó para llegar a este punto”. Y se mostró confiada en que “los cubanos tengan la habilidad de construir su destino y decidir por sí mismos su futuro”.