La Cámara baja española aprobó por una amplia mayoría una proposición no de ley en la que se pide también a las autoridades del país que promuevan un “diálogo sincero” con todas las fuerzas políticas para resolver los actuales problemas de Venezuela “dentro del respeto de la institucionalidad democrática”.
La Cámara baja española aprobó por una amplia mayoría una proposición no de ley en la que se pide también a las autoridades del país que promuevan un “diálogo sincero” con todas las fuerzas políticas para resolver los actuales problemas de Venezuela “dentro del respeto de la institucionalidad democrática”.
En el texto también se pide a todas las partes que muestren de forma clara en sus declaraciones y acciones su respeto al Estado de derecho, y se recuerda al Gobierno de Nicolás Maduro que es su responsabilidad garantizar la seguridad de todos los ciudadanos venezolanos.
La declaración condena el uso de la violencia y la “trágica pérdida de vidas humanas” en las protestas que se han sucedido desde el mes de febrero y reclama al Ejecutivo de Venezuela que garantice la libertad de expresión, asociación y manifestación y permita a los periodistas “ejercer libremente su profesión”.
La propuesta fue presentada por el partido centrista Unión Progreso y Democracia (UPyD) y obtuvo el respaldo del Partido Popular, en el Gobierno, y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) -la mayor formación en la oposición- después de acordarse una enmienda que suaviza el texto inicial.
Durante el debate de la iniciativa, la diputada de UPyD Irene Lozano advirtió de que Venezuela está “al borde del colapso” por lo que, a su juicio, sería un “gran error moral” que el Congreso español mantuviera una posición equidistante sobre la crisis que vive un país amigo.
Lozano criticó la “pereza” del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a la hora de fijar una posición firme sobre Venezuela, a diferencia de otros mandatarios y organismos internacionales.
Tanto el PP como el PSOE compartieron su preocupación por la situación en Venezuela, pero pidieron prudencia para no “enconar” el conflicto.
El diputado socialista Francisco González rechazó las visiones “maniqueas” sobre lo que está sucediendo en el país latinoamericano, mientras Guillermo Mariscal, del PP, advirtió de que “encender más los ánimos” no beneficia en nada al pueblo venezolano.