La directora de Cofavic recordó que las leyes en el país no pueden ser regresivas
Liliana Ortega, directora de la organización Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo de 1989 (Cofavic), comentó que el poder de los Estados no puede ser ilimitado y que su límite más importante es la protección de los derechos humanos. “Cuando el poder es ilimitado estamos pasando al autoritarismo y se abandonan las reglas fundamentales de la democracia y de los principios fundamentales que protegen a todas las personas”, señaló Ortega.
La representante de la organización que vela por la protección de los derechos humanos, indicó que el poder estatal tiene que tener restricciones “y su frontera es el ejercicio de los derechos humanos”. “Por buenos que sean los motivos, eso no da pie para que el Estado pueda penetrar ese núcleo intangible en el ámbito de derechos civiles, políticos y tocar derechos judiciales con una habilitación”.
Por medio de la Habilitante, Maduro podrá legislar en materia de sanciones penales. En este caso Ortega recordó en primer lugar que las leyes que se dicten en el país no pueden ser regresivas, pues la Constitución establece la progresividad de los derechos. Asimismo, indicó que las decisiones que afecten los derechos humanos deben ser tomadas por la AN.
“Si hay una habilitación que no tiene la limitación de que no se pueden afectar los derechos humanos, podrían afectarse cualquiera de estos. No sólo el ejercicio del derecho a manifestar, sino cualquier otro”, dijo la vocera de Cofavic.
Tras la aprobación de la Ley, diputados oficialistas agregaron que la misma también se usaría para preservar el orden interno de Venezuela.