45 de 164 casos que recibió Provea en 2012 son achacados al organismo

EL UNIVERSAL
martes 29 de octubre de 2013  12:00 AM
CICPC franelas
El asesinato de cuatro hombres en Carúpano, presuntamente a manos de agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), ha vuelto a colocar sobre el tapete al organismo policial, el cual se encuentra desde principios de 2012 sometido a un proceso de refundación.

La medida fue adoptada por el fallecido presidente Hugo Chávez luego de escándalos que pusieron en evidencia que los vicios y malas prácticas se encontraban muy enraizadas en la institución que un momento se llegó a comparar con el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI).

Casos como la muerte en 2011 de tres personas que permanecían detenidas en los calabozos de la División de Capturas de El Rosal, producto malos tratos y torturas; o el de la hija del cónsul chileno en Maracaibo, Karen Berendique, quien fue acribillada por no detenerse ante una alcabala irregular son algunos de los que han puesto en entredicho la idónea formación y capacitación de los miembros del Cicpc.

Sin embargo, no son los únicos. Pese a las medidas adoptadas por el Ejecutivo los vicios persisten. Al menos así lo denunció el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), agrupación que en 2012 registró 164 de ajusticiamiento y ejecuciones parapoliciales en todo el país, de los cuales 45 fueron atribuidos a funcionarios de la otrora policía judicial, lo cual la coloca encabezando el raking.

En 2011 la defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, reclamó del Gobierno depurar al Cicpc y aplicarle los mismos “estándares de la Policía Nacional”, petición que solo fue atendida un año después.

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