26/07/2013.

El cadáver de un efectivo militar fue descubierto enterrado en el campo de tiro donde la Guardia Nacional realiza sus prácticas. El cabo II de la GN había sido torturado hasta morir por orden de un teniente coronel que lo acusó de haber robado un arma. El Plan Patria Segura empieza a convertirse en un monstruo que se está comiendo a sus hijos

crimen militar

Un nuevo suceso, que obligará esta vez a la fiscal general Luisa Ortega Díaz a no escurrir el bulto, se viene a sumar a la cadena de actuaciones erráticas de efectivos de la Fuerza Armada, en el marco del denominado Plan Patria Segura, y que necesariamente pone sobre la mesa que tipo de la FAN es la actual, con vocación “revolucionaria, socialista y chavista”, tal y como lo confirmó la ministra de Defensa Carmen Meléndez.

Se trata del asesinato del efectivo de la GN Dionny Manuel Guinand Yendiz, de 22 años, cuyo cuerpo fue enterrado en el campo de tiro de su comando en Macarao, luego de que sus compañeros le habrían ocasionado la muerte a golpes y torturarlo a fin de extraerle información sobre un arma de fuego que se extravió del Comando del Grupo de Acciones Especiales de la GNB, donde prestaba servicio desde hace dos años y medio, tal y como lo señalan hoy los diario El Nacional y La Voz de Guarenas

A Guinand le ocasionaron la muerte a golpes y asfixia con agua (mediante el tipo de tortura conocida como “el submarino”), cuando le arrancaban la confesión, en un sector conocido como La Laguna que sirve como campo de prácticas de tiro en el Comando de la GNB en Macarao.

Guinand Yendiz buscaban desde el 5 de julio pasado, día de fiesta nacional, mientras el Alto Mando Militar se congregaba en el desfile del acto conmemorativo del Día de la Independencia. El cabo debía estar ese día en la parada, pero nunca llegó.

Según cuentan los diarios citados, días previos al desfile militar, el funcionario anunció a través de su cuenta en Facebook que estaba participando en las prácticas. A su novia le mandó mensajes diciéndole que le correspondía ocupar el lugar de la octava fila, séptima columna. Quería que lo vieran desfilar en cadena nacional.

Ese día no acudió al Paseo Los Próceres. A su familia llegaron mensajes anónimos en los que les informaban que el muchacho había sido esposado por sus superiores. Les dijeron que esposado lo sacaron del lugar y que lo golpearon severamente, pero que fue llevado fuera y no volvieron a verlo.

El 12 de julio pasado, el padre del funcionario, Jesús Rafael Guinand, viajó desde Cumaná a Caracas, decidido a conocer el paradero de su hijo. La familia es natural del estado Sucre, desde donde vino el hijo con el sueño de hacerse oficial, luego de prestar el servicio militar obligatorio.

El muchacho había iniciado estudios de electrónica en la Universidad de Oriente, pero luego se ofreció a prestar servicio y una vez lo terminó, se presentó voluntariamente para ser reincorporado.

En Caracas, la familia acudió al Comando en Macarao donde les indicaron que el cabo había desertado. Les dijeron que lo estaban buscando y que harían lo posible por localizarlo. No obstante, la denuncia fue elevada a otras instancias y la Fiscalía Militar conoció del caso.

El padre y tíos del efectivo regresaron al oriente del país. Este miércoles 24 de julio, les notificaron que el muchacho estaba muerto y que esperan por ellos para un reconocimiento formal del cuerpo que se formalizó en horas de la noche.

La madrugada de ayer finalizó la autopsia del cadáver que arrojó muerte por asfixia mecánica. La víctima presentaba signos de tortura en el cuerpo. Le hallaron agua alojada en los pulmones.

Dos oficiales y un sargento de la Guardia Nacional están bajo investigación por el homicidio de un cabo segundo de ese componente, en las instalaciones militares del Grupo de Acciones de Comando en Macarao.

Extraoficialmente se pudo conocer que hasta el momento han sido responsabilizados por este crimen el teniente coronel William José Serrano Fermín, el primer teniente Jaime Jaramillo y el sargento primero Gerson Ramírez, adscritos a la unidad élite de la GNB.

Las pesquisas se extienden a otros funcionarios que son entrevistados por personal de la Dirección de Contrainteligencia Militar y la Inspectoría de la GN. Participa, además, una fiscal del Ministerio Público especializada en Derechos Fundamentales.

Guinand Yéndez habría fallecido como consecuencia de las torturas a las que fue sometido para que revelara el paradero de una pistola asignada por el componente militar.

El 12 de julio los familiares del cabo acudieron a la morgue de Bello Monte para determinar si su cadáver se encontraba allí. Con anterioridad habían consignado una denuncia por su desaparición en el Cicpc y en la Inspectoría de la Guardia Nacional Bolivariana.

La última comunicación de Guinand con su círculo familiar fue el 29 de junio, cuando se disponía a participar en los entrenamientos para el desfile militar del 5 de julio. Constantemente informaba sobre sus actividades en una cuenta abierta en Facebook con un nombre ficticio.
http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=89476&tipo=AVA