Todo marchaba como de costumbre en el sector Las Calderas del municipio Colina cuando poco después de las 8:30 de la noche se escucharon tres detonaciones seguidas de ráfagas intensas de disparos que alertaron a los vecinos del sector que al salir a la calle se encontraron con un grupo de efectivos castrenses, que por equivocación, le quitaron la vida a madre e hija, dejando herida a otras dos menores de edad.
El hecho ocurrió en la calle Rómulo Betancourt cuando Luimina Pacheco, a bordo de su vehículo y en compañía de sus tres hijas, fue sorprendida a escasos metros de su residencia por una comisión de efectivos de la Guardia Nacional, que sin mediar palabras, accionaron sus armas y arremetieron en contra de la unidad.
De acuerdo a versión de testigos oculares del hecho, la víctima acababa de salir de su residencia cuando de pronto fueron rodeadas por varios funcionarios castrenses que a bordo de motos exigían a los tripulantes del vehículo que se bajaran de la unidad.
Al abrir una de las puertas una de las hijas de Pacheco, identificada como Gabriela Pérez Pacheco, de 15 años murió producto de los múltiples disparos recibidos. Su hermana morocha, Berta Minerva, en compañía de su hermanita Lumila Zulay, de 13, gritaban pidiendo auxilio.
Un grupo de vecinos, alertados por las detonaciones, salió a la calle a ver qué sucedía y exigieron a los efectivos de la GNB, que aún permanecían en la escena del crimen, que auxiliaran a las menores de edad, mientras que otros llamaban al servicio de emergencia 171, reportando lo sucedido.
Inmediatamente las dos sobrevivientes, que estaban en el auto, fueron trasladadas en unidades policiales de Polmiranda hasta la emergencia del Hospital Universitario de Coro. Berta Minerva entró al quirófano por presentar una herida de bala en la región parietal derecha, con pérdida del globo ocular, en tanto que Lumila presentó herida en el miembro superior derecho y traumatismo torácico.
Se conoció que Pacheco laboraba en el Banco Nacional de Crédito, hacía aproximadamente 13 años que se había mudado con sus hijas y su esposo al sector, donde también residen varios de sus familiares.
Vecinos claman justicia
Al lugar se presentaron funcionarios de Polifalcon, quienes al mando del teniente Carlos Terán acordonaron el lugar para reservar la escena del crimen.
Igualmente acudieron funcionarios de Protección Civil, Polimiranda, GNB y los investigadores del Cicpc, que junto a un representante de la Fiscalía levantaron todas las evidencias y recolectaron la información criminalística.
Mientras tanto, vecinos y familiares de las víctimas, aun en shock clamaban a las autoridades policiales, que se hiciera justicia, que no permitieran que el crimen de una madre y una hija quedara sin culpables.
Confusión
De acuerdo a las versiones recopiladas, los funcionarios castrenses se encontraban tras la pista de unos delincuentes que se trasladaban en un vehículo Spark color azul, y que presuntamente habían huido hacia Las Calderas.
Al encontrarse en la calle Rómulo Betancourt, donde no había suficiente iluminación, confundieron el Chevy Confort con el vehículo que estaban rastreando, iniciando los disparos sin dar la voz de alerta.
Al abrir la puerta delantera derecha, se dieron cuenta de la confusión, auxiliando a las dos menores de edad que quedaron vivas, quienes fueron ingresadas al HUC para ser atendidas de emergencia.
Fuente: El Falconiano