Una cacerola llevó a Carlos Parra del balcón a comisaría.
Su hermana Karla Parra y Beltrán Benítez fueron apresados por funcionarios de la Policía del Táchira.
Carlos Parra, su hermana Karla Parra y Beltrán Benítez fueron apresados por funcionarios de la Policía del Táchira.
Carlos Parra, de 19 años de edad y quien es dirigente juvenil de Primero Justicia, contó que aproximadamente al mediodía del sábado llegó el presidente Maduro a La Grita. De acuerdo con su relato, estaba acompañado por una multitud de cerca de 115 personas, entre los que se encontraban los escoltas del primer mandatario nacional.
Ya con Maduro en el lugar comenzaron a sonar las cacerolas, en el caso de Parra desde el balcón de su casa que se encuentra a escasos 15 metros del punto en el cual se realizó el acto.
Mientras se producía el cacerolazo, el dirigente de Primero Justicia comentó que personas de la multitud que acompañaba a Maduro comenzaron a arrojar objetos como piedras a su residencia. Según señaló, quienes encabezaban las agresiones son líderes políticos del municipio.
En ese momento no se produjo la detención. Minutos después de que culminó el acto se acercaron dos funcionarios de la Policía del Táchira, junto a dos efectivos de la Fuerza Armada y es allí cuando fue llevado a la comandancia de la policía en La Grita. “No fui esposado, ni hubo agresiones, ni nada. Ellos (los policías) entraron a mi casa, aunque no debieron hacerlo porque no tenían orden de captura, pero todo lo hicieron sin violencia”, dijo Parra.
La explicación para llevárselo de su casa, a él y su hermana Karla, fue “para hablar unas cositas”.
Desde La Grita fueron trasladados a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en La Fría. “Los funcionarios del Sebin dijeron que nos llevaron por unas averiguaciones, para verificar nuestro expediente que hasta ayer estaba intachable, hasta que nos detuvieron por cacerolear en el balcón de mi casa”, explicó.
El único argumento que se dio a la familia Parra es que se trataba, al parecer, de órdenes de Casa Militar, de “altos mandos”, dijo. La liberación se produjo, de acuerdo a las palabras del detenido, por malos procedimientos al apresarlos.
Por otra parte, Leonardo Sánchez Cárdenas, estudiante de Comunicación Social de la ULA fue también detenido en horas de la noche del sábado pasado mientras tomaba fotografías de las afueras del Sebin para mostrar el ambiente a esa hora de la noche puesto que habían al menos unas 40 personas aguardando por la liberación de los hermanos Parra y Benítez.
Funcionarios del Sebin lo interrogaron sobre el destino de las imágenes. El joven estudiante manifestó haber recibido un buen trato y explicó que eran para una nota periodística.
Al parecer, dentro de ese cuerpo se hallaba detenido un irregular y los funcionarios creían que Sánchez Cárdenas hacía trabajo de contra inteligencia a favor de un grupo paramilitar.