“Lo único que garantiza que haya democracia es que existan medios de comunicación independientes”

Felipe González Roa
Notitarde
Desayunos en la Redacción

Durante los últimos días nuevamente los periodistas han vuelto a ser noticia, pero no por la publicación de un polémico reportaje, o por la difusión de informaciones de trascendental relevancia. Esta vez los reporteros son la noticia, algo para lo que generalmente no son formados en las escuelas de Comunicación Social.

Hace trece días un tribunal de control de Táchira decretó la detención de Gustavo Azócar, quien desde ese momento permanece recluido en el centro penitenciario de Santa Ana. Una semana después un juzgado de ejecución de Caracas revocó la libertad condicional otorgada a Ibéyise Pacheco, y le otorgó casa por cárcel.

Paralelamente, un juez Caracas ordenó la apertura de un juicio penal contra Marianela Salazar, mientras que otro se prepara para escuchar la acusación que el Ministerio Público formuló contra Napoleón Bravo.

Voceros del alto gobierno, como el vicepresidente José Vicente Rangel, afirman que el Ejecutivo no tiene intención de coartar la libertad de expresión, y aseveran que los procesos judiciales contra este grupo de periodistas se deben a situaciones puntuales que no se deben generalizar. El fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, sostiene que las imputaciones formuladas por su despacho no toman en cuenta si la persona sospechosa es un comunicador social, sino que simplemente se basan sobre los elementos hallados durante las investigaciones.

Sin embargo, los reporteros involucrados en estos casos están seguros de que detrás de esta nueva ola de acusaciones contra los periodistas se esconde la intención del gobierno de acallar a los medios de comunicación, y evitar que, en un año electoral, la ciudadanía tenga la posibilidad de elevar su voz.

Notitarde pudo conversar con Gustavo Azócar, Ibéyise Pacheco, Napoleón Bravo y Marianela Salazar, quienes contaron sus experiencias para el Desayuno en la Redacción.

PERIODISTA TRAS LAS REJAS

Desde la cárcel de Santa Ana, y a través del hilo telefónico, Azócar aseguró ser el primer periodista preso de este gobierno.

“Yo estoy detenido porque al gobierno regional y nacional no le gustan los reportajes que publico en El Universal. Al gobierno regional no le gusta las denuncias que yo hago diariamente en mi programa de radio y televisión. ¿Qué clase de libertad de expresión es ésa? Nosotros somos inocentes hasta tanto se demuestre lo contrario. ¿Por qué no estoy en libertad para enfrentar el juicio?”, comentó.

Para el periodista no es casualidad que, justo ahora, se reactive una serie de juicios contra los comunicadores sociales, la mayoría de los cuales se iniciaron hace varios años.

“No creo que sean hechos aislados, sino que es una estrategia nacional diseñada desde el alto gobierno, y que fundamentalmente busca amedrentar, intimidar, arrinconar y acallar a los periodistas y a los medios de comunicación en Venezuela. Aquí no hay autonomía de poderes. La separación de poderes establecida en la Constitución es una ficción en Venezuela. Cualquier persona que tenga tres dedos de frente sabe que todos los poderes públicos están secuestrados por el Poder Ejecutivo. Las líneas de acción se trazan desde Miraflores, y los demás cumplen las órdenes”, acotó.

“Los medios independientes siguen mostrando las costuras de esta administración, y el gobierno intenta que ese poder, que todavía no ha podido arrinconar y controlar, no siga haciendo su trabajo. Para eso se diseñó una estrategia dirigida a amedrentar a los periodistas, crear autocensura, asustar a los medios y los periódicos. Esa estrategia se pone en marcha con la detención de periodistas. En Venezuela lo que hay es una libertad condicional en materia de expresión e información. No hay una libertad plena. Nosotros teníamos una plena libertad de expresión, y ahora no la tenemos”, agregó.

Azócar, quien también recordó la situación por la que atraviesa Patricia Poleo, resaltó que, a pesar de la aprobación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión y la reforma del Código Penal, y aun cuando el gobierno posea periódicos, televisoras, y radioemisoras, y cuente con los recursos necesarios para realizar cadenas y llevar a cabo campañas publicitarias, los medios privados siguen obteniendo la atención del público, especialmente cuando se denuncian hechos de corrupción, la inseguridad, el desempleo, y las fallas en los servicios públicos.

“La gente tiene que entender que lo único que garantiza que haya democracia es que existan medios de comunicación independientes. Es la única garantía de que aquí la democracia perdure y no caiga. La gente tiene que entender que cuando meten preso a un periodista el que pierde no es sólo el periodista, sino la ciudadanía. El ciudadano tiene que entender que ésta no es una pelea entre periodistas y el gobierno. La libertad de expresión no es una exclusividad de los periodistas, sino de todos. Si un gobierno puede meter preso a un periodista, imagínate qué puede hacer mañana con cualquier ciudadano común”, apuntó.

El comunicador social afirmó que lentamente el gobierno ha ido ejecutando un plan para acorralar a los medios de comunicación, que comenzó con el uso de brigadas de choque para agredir física y verbalmente a los reporteros en la calle. Según señaló, ahora se llegó a una fase más crítica.

“Van a cerrar emisoras, embargarán algún periódico. A lo mejor no van a comenzar con un canal nacional, pero con seguridad van a cerrar un canal regional, cerrarán algún periódico regional. De lo que se trata es de escarmentar. Cuando tú metes preso a un periodista, escarmientas. Creas miedo, pánico, zozobra. Más de un periodista se asusta”, comentó.

Para Azócar, este plan no se detendrá en un año electoral. Al contrario, destacó que antes de los comicios el gobierno siempre busca crear un clima de enfrentamiento que permita radicalizar la situación, y estimular a sus partidarios.

“El plan tendrá éxito si los periodistas se autocensuran, se asustan, salimos corriendo, y abandonamos nuestra misión. Pero si los periodistas enfrentamos la situación, el plan no tendrá éxito. ¿De quién depende que el plan tenga éxito? No depende tanto del gobierno, sino de nosotros”, aseveró.

CON LA CASA COMO CARCEL

Actualmente Ibéyise Pacheco también está detenida, pero, a diferencia de Azócar, ella se encuentra recluida en su residencia, de donde ni siquiera puede salir “para botar la basura”. Según apuntó, su situación también responde a la intención del gobierno de impedir el trabajo periodístico.

“Este es un gobierno intolerante. Es un gobierno militar. No permite la disidencia, y persigue a todo aquel que se atreva a tener un pensamiento propio. Le enardece cualquier crítica. Esa intolerancia se ve reflejada en distintos aspectos, entre ellos la persecución a los periodistas, mediante, en este caso más reciente, la utilización de los tribunales y del Ministerio Público para la elaboración de juicios”, comentó.

Para Pacheco no hay diferencias entre el gobierno y los tribunales, y aseguró que los jueces están controlados por los dictámenes que emanan desde Miraflores.

Afirmó que al Ejecutivo le incomoda la labor de los comunicadores sociales porque pone al descubierto las carencias y las irregularidades de su administración.

“Nuestro trabajo precisamente es develar la verdad, y parte de la tragedia para este gobierno es sencillamente que ya es sostenible e inocultable la corrupción, los problemas económicos, la ausencia de vialidad, la inseguridad. Podemos enumerar largamente, luego de siete años de gobierno, y de que ha entrado muchísimo dinero a este país, que este gobierno inmoral no sólo es ineficiente, sino que se ha encargado de agravar los problemas”, acotó.

La periodista aseguró que las acciones contra periodistas han ido progresando poco a poco. Recordó los primeros años de este gobierno, cuando los círculos bolivarianos agredían a reporteros y fotógrafos, y dañaban los equipos de los canales de televisión; y, más recientemente, las amenazas contra los propietarios de los medios de comunicación.

Según señaló, el Ejecutivo considera que los periodistas son sus enemigos.

“Procuran no sólo amedrentarnos e intentar silenciarnos. Es una especie de mensaje para procurar la autocensura por una parte, y apresarnos y desaparecer nuestro trabajo”, apuntó.

Pacheco no quiso adelantarse a los acontecimientos, pero no descartó que en el futuro se puedan observar acciones más drásticas contra los medios de comunicación.

“No sé vaticinar, pero he escuchado al presidente de la República amenazar a los medios con cerrarlos en cualquier momento, o que les quite la concesión. Son las palabras del presidente de la República, nada más y nada menos”, comentó.

La periodista criticó la posición que ha asumido el vicepresidente José Vicente Rangel, y resaltó que el fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, miente cuando dice que el Ministerio Público no está detrás de los juicios contra los comunicadores sociales.

“Está visto que si tu opinas el gobierno te persigue a través de juicios. ¿Cómo puede haber libertad de expresión si por opiniones o informaciones nosotros somos perseguidos y encarcelados?”, añadió.

Pacheco aseguró que no se debe esperar la intervención de los organismos internacionales, más allá de los pronunciamientos que cada uno de ellos pueda hacer sobre la situación venezolana.

“Antes el gobierno decía que no había periodistas presos, pero ahora no pueden decir eso. Después han tratado de mentir diciendo que son acciones privadas de difamación. De eso están al tanto los organismos internacionales, pero la presión se debe ejercer internamente para que se respete la libertad de expresión”, apuntó.

La comunicadora social reconoció que los ataques contra los periodistas pueden hacer despertar a los ciudadanos del clima de resignación. Sin embargo, no quiso sacar conclusiones absolutas.

“Cuando me entregué, y me tocó ir del Ateneo de Caracas al Palacio de Justicia, y recorrer el centro de Caracas, considerado teóricamente bajo control del gobierno, porque es del municipio Libertador, sentí a gente que se sumó a la movilización. Gente del mismo chavismo, que está indignada, porque le parece un acto de extrema cobardía lo que se está haciendo con nosotros”, aseveró.

Pacheco admitió que, en ciertos casos, el gobierno ha logrado doblegar a algunos medios de comunicación, pero afirmó que probablemente no alcanzarán su objetivo final.

“La gran mayoría de los periodistas y de los medios de comunicación estamos clarísimos de que esta es una pelea que la vamos a dar a fondo. Por eso es que el gobierno nos teme. Cuando meten a un periodista preso o tratan de acallar a un periodista, no es sólo contra los periodistas o contra los medios, sino que es contra todos los ciudadanos de este país, que tienen derecho a conocer la verdad y estar informados. Parte de nuestro deber como periodistas es reponernos sobre las circunstancias adversas, y por eso no tengo ningún miedo. Aun detenida seguiré haciendo mi trabajo”, acotó.

REGIMEN INTOLERANTE

Napoleón Bravo se encuentra en libertad, pero está a la espera de la realización de una audiencia preliminar donde se definirá si se abre un juicio penal en su contra.

Afirmó que en las últimas semanas ha arreciado la persecución contra los medios de comunicación, pero dijo que estos ataques no son nuevos en el actual gobierno, al cual prefirió calificar como régimen.

“Han arremetido contra los medios desde siempre, porque todo ser intolerante no acepta más que su propia verdad, aunque sea inventada. Cuando los regímenes, aunque no sean totalmente dictatoriales, se sienten inestables recurren a la represión y a la tortura”, comentó.

Bravo aseguró que en Venezuela no es necesario ejercer demandas por difamación, porque las normas internas del gremio periodístico obligan a dar derecho a réplica y rectificación cuando se comete un error en la difusión de una información.

“Si un periodista se equivoca, hay que pedirle que se publique la otra versión. Cosa que José Vicente Rangel nunca hacía. Marianela Salazar no hizo ni la cuarta de lo que toda su vida hizo José Vicente Rangel, porque Marianela Salazar es mucho más seria que José Vicente Rangel, y mejor periodista un rato largo. A ella la acusan, con dos años de atraso, de lo que José Vicente Rangel se cansaba de hacer todos los días”, añadió.

Indicó que el ataque a los periodistas perjudica directamente a la población, la cual, según agregó, sólo encuentra respuesta en la labor de los medios de comunicación.

“Los pocos chavecos que quedan saben perfectamente bien que no pueden ir al canal sumiso al régimen a protestar. Ellos pueden ir al canal sumiso al régimen a darle loas al papacito. Ellos saben que si quieren protestar, tienen que ir a los periodistas independientes, a los medios de comunicación privados. Los únicos que, cumpliendo con el trabajo, le estamos dando la voz al pueblo venezolano somos nosotros”, comentó.

Sin comparar a los personajes, señaló que el presidente Hugo Chávez se debe encontrar en una situación similar a la que experimentó Adolf Hitler durante los últimos momentos del Tercer Reich, cuando, según dijo, los generales sonreían, aguantaban insultos, pero al final no seguían sus órdenes.

“Creo que eso tiene muy nervioso al régimen, que sabe que la gente está en contra de él. La mejor demostración, y que mucha gente no quiere ver dentro de su frustración, es lo que sucedió en diciembre, cuando la gente no fue a votar, a pesar de que Chávez, durante tres semanas y hasta en cadena, decía que no ir a votar era parte del complot de la CIA y de Bush para tumbarlo”, anotó.

El comunicador social afirmó que el gobierno ha intentado dominar todas las instituciones y poderes del país. Recordó que descabezó a la Fuerza Armada, y borró del mapa a los dirigentes políticos tradicionales. Según aseguró, lo mismo está intentando hacer con los medios de comunicación.

“Ellos lo que quieren es que la gente tenga miedo. El régimen sabe que por mucho que reparta dinero, algo que incluso hace mal, la gente no se deja comprar. Al régimen sólo le queda la represión, la tortura, callar a los medios”, apuntó.

Bravo indicó que no es ninguna torpeza abrir juicios contra periodistas en año electoral, sobre todo tomando en cuenta que, según dijo, el Consejo Nacional Electoral está al servicio del “régimen”. “Ellos no están manejándose con la popularidad del Presidente”, agregó.

El comunicador social aseveró que el gobierno está muy débil, y resaltó que, tarde o temprano caerá.

“A este régimen basta soplarlo para que se caiga por anticonstitucional y mediocre. No ha caído antes porque no existen partidos políticos. Lamentablemente los dirigentes jóvenes de los partidos tradicionales y de los más novedosos, y eso incluye a los partidos que hacen sus negocios a la sombra del régimen, no tienen un discurso actualizado. Son mastodontes, mamuts, del pasado. No tienen nada que ver con sus dirigentes fundadores. A pesar de todo eso el régimen va a caer. Pero al igual que nadie conocía a Wolfgang Larrazábal hasta el 23 de enero de 1958, y nadie conocía a Chávez Frías para el 4 de febrero de 1992, los dirigentes están allí. Ahora son dirigentes de barrios, de sectores. Y ese dirigente nacional, no uno sino varios, va a salir en su momento”, comentó.

Bravo reconoció los desafueros cometidos por administraciones anteriores, pero indicó que se cometió un error al cifrar todas las esperanzas en Hugo Chávez.

“Chávez Frías llega al poder porque los regímenes anteriores, desde el gobierno de Jaime Lusinchi en adelante, cortaron el cordón umbilical entre la base y Miraflores. La gente se sintió defraudada. El sistema colapsó. Chávez Frías no fue el primero en decirlo, o plantear una Constituyente y un revocatorio. Fueron Uslar Pietri y los Notables los que dijeron eso. Eso no le quita la viveza, y el trabajo de hormiguita que hizo una vez que salió de la cárcel”, acotó.

“Lo malo fue que se creyó en un Mesías. El pueblo venezolano es más creyente en un Mesías que el propio pueblo judío. El pueblo judío cree en un Mesías religioso, que va a venir en un momento dado. Nosotros creemos que cada cinco años va a llegar un Mesías político, y la política es un negocio, y sobre todo un negocio sucio entre estos que se llaman revolucionarios”, añadió.

Sin embargo, destacó que la actual crisis ha propiciado el crecimiento de los venezolanos. Resaltó que el ciudadano debe continuar la lucha, y no esperar un golpe de suerte o ayuda de factores externos.

“La gente tiene que protestar. No se debe dejar manipular. Y se debe unir en sus protestas comunes y de interés. La vida es una lucha. Lo que pasa es que Venezuela ha vivido muy cómodamente, todo el mundo y todos los sectores sociales”, aseveró.

“CUBANIZACION” DEL PERIODISMO

Pronto Marianela Salazar tendrá que enfrentar un juicio en su contra, luego de que un tribunal admitiera la acusación formulada por el Ministerio Público. Por los momentos, ella permanece en libertad.

Afirmó que, desde el comienzo del “proceso revolucionario”, los comunicadores sociales han tenido que enfrentar una campaña sistemática, la cual comenzó con insultos y amenazas anónimas, hasta llegar al uso de la Fiscalía y del Poder Judiciales, instituciones que, según señaló, son “apéndices” de Miraflores.

“Este es un gobierno que no cree en el periodismo independiente, que no tolera la crítica, que no cree en las libertades individuales. Estamos frente a un proceso de ‘cubanización’ del periodismo, que está comenzando a dar señales, y que comenzará oficialmente a desarrollarse después del 3 de diciembre, cuando se reelija fraudulentamente Hugo Chávez como presidente, con 10 millones de votos virtuales que según sus palabras nos va a meter por el buche”, comentó.

Salazar reconoció que todavía se puede decir que en Venezuela existe libertad de expresión, pero indicó que durante estos últimos años los periodistas han tenido que defender duramente este derecho.

“Nunca como ahora los medios y los periodistas teníamos que recurrir a medidas de protección por parte de los organismos internacionales y que éstos dictaran medidas cautelares. Nuestros juicios, como están sesgados, irán a parar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde finalmente dictaminarán si en realidad hemos cometido calumnia, difamación o vilipendio contra los próceres de la revolución bolivariana”, acotó.

La comunicadora social admitió que la difusión de informaciones acarrea responsabilidades, pero resaltó que los periodistas cumplen con la ley.

“Aquí el único que no actúa conforme a ley es quien se escuda en el anonimato, que está prohibido expresamente en el artículo 57 de la Constitución Bolivariana, como lo hace sin ningún recato el vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, experto en eso de los seudónimos (Cicerón, Alvaro Agudelo), y que ahora se escuda en el de Marciano para calumniar, denigrar e injuriar de periodistas y opositores. Lo hace diariamente desde el diario oficialista Vea. El año pasado, por lo menos en 14 ejemplares de Vea, que consigné en el expediente para demostrar quién es el que calumnia, lo menos feo que me dice es que soy traficante de drogas”, apuntó.

Salazar restó importancia a los señalamientos que aseguran que los medios de comunicación se han comportado como partidos, pero reconoció que muchas veces los periodistas han demostrado más coraje que los dirigentes políticos.

“La libertad de expresión se utiliza para denunciar la gran corrupción, la incapacidad, el despilfarro, el empobrecimiento de la población, las malas políticas. Ese es el papel de la prensa, siempre lo ha sido. Lo que sucede es que nunca habíamos tenido un gobierno cuyo norte inspirador es la dictadura cubana, donde no existe libertad de prensa. Tuvimos gobiernos democráticos que siempre fueron derrotados cuando trataron de aplicar la censura”, comentó.

La comunicadora social afirmó que los ciudadanos son los principales perjudicados con los ataques contra los periodistas, y señaló que, en última instancia, incluso se corre el riego de perder la democracia, situación que, según apuntó, no podrá pasar inadvertida ante los organismos internacionales.

“La democracia se fundamenta en la libertad de expresión, que es un derecho fundamental humano. Hemos tenido siete largos años de desmontaje de las instituciones democráticas, y hoy tenemos un Tribunal Supremo de Justicia, una Asamblea Nacional, un Poder Judicial, un Poder Electoral y un Poder ‘Inmoral’ (Fiscalía, Defensoría y Contraloría) que siguen los dictados de Miraflores. ¿En cual país democrático se ha visto que el presidente del Poder Electoral tenga una hermana ministra de la Presidencia de la República? Por favor! Los organismos internacionales tendrán irremediablemente que intervenir después del 3 de diciembre, para aplicar la Carta Democrática”, concluyó.

Ventana

PERIODISTAS SENTADOS EN EL BANQUILLO DE ACUSADOS

El juicio contra Gustavo Azócar comenzó en 2000, cuando, por solicitud del gobernador Ronald Blanco La Cruz, la entonces procuradora Ana Casanova lo denunció en la Fiscalía por supuestamente no haber cumplido un contrato de publicidad firmado entre la Lotería del Táchira y Radio San Cristóbal, de la cual él era coordinador.

El periodista afirmó que esas cuñas sí se transmitieron. Además, resaltó que él no recibió dinero por ese convenio, y que el acuerdo se manejó entre la empresa Nuevo Perfil, contratada por la Lotería del Táchira, y Radio San Cristóbal.

Sin embargo, en marzo de 2005 el Ministerio Público, representado por Juan Gutiérrez Medina, lo imputó por estafa y lucro ilegal en actos de la administración pública. Pocos meses después la Fiscalía solicitó su detención, tras argumentar que el comunicador social no respondió a las citaciones.

Azócar contó que, en octubre de 2005, denunció a Gutiérrez Medina por abuso de autoridad, parcialidad manifiesta y error inexcusable. Tres meses después le informaron que su planteamiento había sido aceptado.

El 23 de febrero de 2006 el periodista recibió una nueva citación, la cual según señaló, no tenía fecha ni hora de comparecencia. Una semana después se presentó en el despacho de Gutiérrez Medina, y le pidió su inhibición.

Sin embargo, el fiscal ratificó su solicitud de detención, la cual fue acordada por el Tribunal 3ro. de control. Azócar fue aprehendido el 6 de febrero, y desde ese momento se encuentra en la cárcel de Santa Ana, a la espera de la respuesta a su recurso de apelación y de la realización de la audiencia preliminar.

“Me han tratado bien. No tengo quejas, ni con el personal del penal ni con los internos. Todos han sido muy solidarios conmigo. La gente que está aquí sabe que yo soy inocente, y por eso me tratan con respeto y con cariño”, comentó.

Ibéyise Pacheco asegura tener 16 acusaciones en su contra. Una de ellas se inició a mediados de 2002, cuando el coronel Angel Bellorín la demandó por difamación e injuria, luego de que, en su columna del diario El Nacional, la periodista le restara sus méritos académicos.

En mayo de 2004 el Tribunal 11mo. de juicio de Caracas, a cargo de Juvenal Barreto, la condenó a 9 meses de prisión. Debido a lo leve de la sentencia, y por no tener antecedentes penales, a la comunicadora social le otorgaron libertad condicional.

Poco después el Ministerio Público, representado por Lisette Rodríguez, la acusó por falta de testimonio, tras concluir que mintió en la declaración que dio a la Fiscalía cuando habló sobre una reunión que, según su columna periodística, se produjo en Miraflores en noviembre de 2003 para supuestamente planificar acciones contra la oposición.

Por este caso se ordenó la apertura de un juicio oral en su contra, el cual se encuentra temporalmente paralizado por orden del Tribunal Supremo de Justicia.

Tras concluir que la admisión de esta acusación la convertía en reincidente, el pasado 13 de marzo el Tribunal 11mo. de ejecución de Caracas, a cargo de Belén Gamboa, decidió revocarle la libertad condicional. A mediados de la semana Pacheco se entregó voluntariamente, y la juez le otorgó casa por cárcel.

En septiembre de 2004, el Ministerio Público, representado por Luisa Ortega Díaz, abrió una investigación penal contra Napoleón Bravo, luego de que, en su programa televisivo, el comunicador social criticara la forma como los tribunales habían manejado la acusación contra Luis Carrera Almoina, acusado de haber agredido a Linda Loaiza López.

Según la Fiscalía, Bravo calificó de “burdel” al máximo juzgado, y decidió imputarlo por vilipendio. El comunicador social afirmó que nunca pretendió ofender la dignidad de la alta corte. Aseguró que sus palabras fueron malinterpretadas, y que únicamente propuso utilizar el edificio del Tribunal Supremo de Justicia para regenerar a las trabajadoras sexuales.

“Se debió intentar acciones contra el presidente Chávez por llamar plasta al Tribunal Supremo de Justicia. La Fiscalía pudo abrir una investigación de oficio, pero no lo hace porque está al servicio de la revolución”, comentó.

Para el 14 de marzo estaba previsto que el Tribunal 15to. de control de Caracas realizara la audiencia preliminar contra Bravo, y decidiera si ordenaba la apertura de un juicio en su contra. Sin embargo, el acto fue pospuesto para el próximo 24 de abril.

El Ministerio Público acusó de calumnia a Marianella Salazar, y recientemente el Juzgado 45to. de control de Caracas, a cargo de Marilda Ríos, ordenó la apertura de un juicio en su contra.

El caso comenzó a mediados de 2003, cuando, en su columna periodística, Salazar denunció a José Vicente Rangel de estar involucrado en supuestas irregularidades administrativas en la adquisición de unos radares.

Según señaló, la investigación periodística estaba muy bien sustentada, y tenía importantes fuentes de las empresas licitantes y de la Fuerza Armada Nacional.

“Hoy más que nunca estoy convencida de la veracidad de lo escrito en aquella columna. Cumplí con mi deber como periodista y, para desgracia de los comisionistas, se les cayó un negocio para nada despreciable. Cabe preguntarse: ¿acaso será un pase de factura?”, comentó.