CASEY WOODS
The Miami Herald
Patricia Andrade, una activista de la comunidad venezolana del sur de la Florida, se ha sumado a las filas de los que le han pedido ayuda como víctimas de la persecución política.

Luego de dos años de estar catalogando cuidadosamente las violaciones de los derechos humanos en Venezuela y reportarlas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hoy Andrade se ve en una situación extraña: está preparando un informe sobre la persecución a distancia dirigida contra ella misma.

El 13 de diciembre, unos legisladores aliados al presidente Hugo Chávez la acusaron de ser agente de la CIA que conspira para efectuar un golpe de estado, en una conferencia de prensa que se transmitió en vivo en la televisión de Venezuela. Como prueba de la conspiración, transmitieron unas grabaciones que, según ellos, tuvieron lugar entre Andrade y otra activista venezolana, Tamara Suju, en las que se discuten modos de socavar al gobierno de Chávez.

Ese gobierno está investigando a Andrade y a Suju por traición y conspiración. Las dos dicen que las grabaciones son falsas.

”Eso es persecución política, porque en Venezuela se persigue a los activistas”, dice Andrade, de 43 años. “Lo extraño es que yo vivo fuera del país, pero aun así, no estoy rompiendo ninguna ley”.

Ella va a plantear su queja ante la Comisión esta semana.

Los legisladores llegaron incluso a vincular a Andrade con el militante exiliado cubano Luis Posada Carriles, entrenado por la CIA, por una supuesta conversación telefónica que dicen que ella tuvo con uno de los abogados de Posada en Miami. El exiliado cubano está buscado en Venezuela por el derribo de un avión cubano de pasajeros en 1978.

En su casa situada en el oeste de Miami-Dade, Andrade se ha esforzado por denunciar las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, alegando que el gobierno de Chávez ha maltratado, torturado y asesinado a prisioneros políticos. Es una pasión que la consume tanto que se ha llegado a convertir en una trabajo de tiempo completo, aunque ella no percibe sueldo de su organización sin fines de lucro que, según ella, recibe modestas donaciones.

Las acusaciones del gobierno la colocaron en primera plana en Venezuela, donde su nombre y su labor anteriormente se conocían solamente en círculos chavistas. Desde principios del 2004 esta madre de dos hijos ha impulsado un ataque contra el trato de los ”presos políticos” por parte del gobierno de Chávez desde una mesa de cocina repleta de fotos de lesiones supuestamente derivadas de torturas, informes legales y cartas manuscritas por familiares de los presos, suplicando ayuda.

Mediante su organización, Venezuela Awareness Foundation, ella ha planteado 26 quejas ante la Comisión, diciendo que los presos se ven sometidos a trato inhumano que van desde asfixia a privación de atención médica urgente.

En una conferencia de prensa en Caracas, cuatro diputados de la Asamblea Nacional mantuvieron que el propósito de las repetidas quejas de ella contra abusos de derechos humanos es aislar a Venezuela, socavando la imagen del gobierno de Chávez en el extranjero. Dijeron además que sus esfuerzos son parte de un plan de varios frentes para desestabilizar las elecciones del 4 de diciembre, y que la representante federal Ileana Ros-Lehtinen, republicana por la Florida, está conspirando con Andrade, aunque no dieron detalles al respecto.

La diputada Cilia Flores dijo que esa evidencia “está relacionada con un plan cuyo fin es aislar a Venezuela, en cuyo plan participan la embajada de EEUU, el presidente Bush y los venezolanos que no son leales a su país. Patricia Andrade … trabaja para la CIA como agente encubierta y está en contacto directo con con los sectores desestabilizantes y terroristas de Venezuela”.

Nicolás Maduro, el presidente de la Asamblea, que también participó en la conferencia de prensa, acusó a Andrade y a Suju de ser parte de un complot para deponer a Chávez mediante la violencia.

Como prueba, Maduro y los otros diputados pusieron cintas grabadas de conversaciones entre Andrade y Suju, conversaciones que ambas afirman no tuvieron lugar, sino que ellos las crearon utilizando segmentos de otras conversaciones, empatados para que parezca que están diciendo otra cosa.

”Aquí [en EEUU] ha comenzado un cambio”, se alega que dice Andrade en una conversación. “Se mueve sin que los vean, actúan por la espalda para aislar a Chávez, porque creen que la batalla va a tener lugar el año que viene”.

‘¿Qué hizo EEUU cuando vio que tenía a Rusia metida en Centroamérica? Pues tuvo que entrar y decir: `Vengan a acá’ y cogió a los que tenía allí, los que tenían el liderazgo para convocar un movimiento de resistencia. Los llamó y les dio dinero y los formó”.

Las cintas también incluyen una conversación sobre cómo el Departamento de Estado de EEUU adopta la posición de que Venezuela tortura con fines políticos, así como otra discusión sobre el uso del correo diplomático de la embajada estadounidense para transportar algunos documentos.

Mostrándose escépticos, los periodistas venezolanos que estaban en la conferencia de prensa presionaron a los diputados por más información, pero ellos se negaron a especificar cómo habían obtenido las grabaciones, ni pudieron brindar más evidencia de sus acusaciones.

Ni Flores ni Maduro respondieron a los mensajes electrónicos que se les enviaron para conocer sus comentarios, y lo mismo ocurrió con Bernardo Alvarez Herrera, el embajador venezolano en Washington.

Andrade y Suju dicen que las grabaciones son segmentos recortados de llamadas grabadas ilegalmente durante cinco meses, empatadas después para crear detalles incriminatorios. ”Dicen públicamente que no están violando los derechos humanos, y entonces salen y anuncian que están usando grabaciones ilegalmente obtenidas contra los que están luchando por los derechos humanos”, dice Suju refiriéndose a las acusaciones de los funcionarios venezolanos. “El propósito es hacernos callar, y cada día hay menos personas denunciando [al gobierno] porque tienen miedo”.

Suju, que tiene trillizos de 9 años, ha optado por no quedarse en su casa desde que tuvo lugar la conferencia de prensa, temiendo que la arresten.

Andrade dice que las acusaciones son simplemente un esfuerzo más por parte de los chavistas por distraer al público de los verdaderos problemas del país, en este caso el masivo ausentismo de los votantes una vez que la oposición exhortó a un boicot, diciendo que Chávez lo tiene todo controlado y por lo tanto es imposible que haya una competencia justa.

”Siempre hablan de conspiraciones cuando tienen situaciones internas delicadas, tratando de culpar a otro gobierno, otra organización u otra persona”, dijo Andrade. “Hasta que no se acaben las torturas y las violaciones de derechos humanos, no voy a descansar, aunque sigan llamándome traidora”.

Un informe emitido en el 2004 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es parte de la Organización de Estados Americano (OEA), condenó a Venezuela por no llevar a violadores de los derechos humanos ante la justicia. El informe dice que el “90 por ciento de las investigaciones de violaciones de derechos humanos allí nunca pasan de la etapa preliminar”.

El gobierno de Chávez ha dicho que las críticas de la Comisión son parte de la campaña de desestabilización dirigida por Washington.

”Es la histeria típica de Chávez, porque él sigue la línea castrista de distraer a la gente de los problemas del país”, dice Ros-Lehtinen refiriéndose a las acusaciones en contra de ella y de Andrade. “Está tratando de crear la paranoia de que EEUU está tratando de conquistar a Venezuela y quitarlo a él del poder ilegalmente”.

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