En la parte alta de la Cota 905 fue asesinado José Gregorio Martínez Malavé

El año pasado, el agente amenazó a su víctima con quitarle la vida

REINALDO VARGAS

EL UNIVERSAL

Gustavo Adolfo Avila Piña, de 27 años de edad, la madrugada del domingo estaba celebrando doble: cumplía años su esposa y el triunfo de los Leones del Caracas. Todo habría salido justo como lo planeó de no haberse topado con un funcionario de la Policía Municipal de Caracas, agente que sin mediar palabras le disparó en seis oportunidades.
Los familiares del joven contaron en la medicatura forense de Bello Monte, que el problema entre “la Muerte” _como es apodado el funcionario_ y Avila Piña venía desde el año pasado, cuando ambos se fueron a las manos en una peña hípica. “Desde entonces el policía se la juró a mi primo, que adonde los viera lo iba a matar”, dijo Atair Ortega.

La amenaza fue tan seria que el uniformado fue denunciado ante la Fiscalía, “porque mi primo sabía que tener problemas con un policía, tarde o temprano, te cobran la cuenta”.

Advertidas las autoridades sobre el percance entre ambos, Avila Piña decidió tomar la vida con más calma, pero jamás pensó que en plena celebración del cumpleaños de su esposa y del triunfo de su equipo se iba a topar con el policía, quien después de dispararle llamó a una comisión, que, según la familia, fue la que preparó el escenario para simular que el joven se había enfrentado. De acuerdo con la versión de los familiares del joven, “la Muerte”, además de ser policía, supuestamente es un azote del sector Los Alpes de El Cementerio, lugar en el que ocurrieron los hechos. Avila Piña, quien se ganaba la vida como comerciante informal en El Cementerio, dejó dos niños: uno de tres y otro de ocho años.