Casos Emblemáticos
Mario Ramón Figuera

De ser real la versión oficial, el enfrentamiento en el que murió Mario Ramón Figuera, de 35 años, fue muy atípico: antes de caer en pleno tiroteo con la policía, se fracturó ocho costillas y el hueso parietal izquierdo, se amorató un ojo, se hizo dos grandes heridas en la cabeza y muestra desprendimiento del corazón. Y, pese a recibir cuatro balazos en varias partes de su cuerpo, no dejó ninguna huella de sangre importante en el pavimento de la vía a Camburito, aparente escenario del ataque y contraataque.
De ser real la versión de su esposa, Liliana Caldera de Figuera, a Mario Ramón lo mataron de una golpiza, probablemente en alguna sede policial, y luego llevaron el cadáver a la vía de Camburito, simularon un enfrentamiento, le “sembraron” una pistola y le metieron cuatro balazos postmórtem. Según dice, a Mario Ramón lo interceptaron funcionarios del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial entre cuatro y cinco de la tarde de aquel primer martes de enero, cuando se disponía a buscar a su hijo de diez años, con quien había hablado, telefónicamente, minutos antes.

“El iba a buscar al niño y hasta le dijo a su mamá, con quien estaba, que iba a buscar a su gordo. Pero lo interceptaron porque hay testigos de eso, testigos que hasta anotaron la placa de la camioneta que se lo llevó y que ahora no aparece, como tampoco se consigue al funcionario propietario del vehículo, que creemos es de apellido Parra. Yo me enteré de todo por mi otro hijo, el de catorce, que me llamó desesperado para decirme que le habían matado a su papá”.

Liliana tiene sangre fría. Lleva consigo una carpeta de manila con fotos de lo que fue su esposo, con el pecho desnudo y la enorme cicatriz de la autopsia cruzándoselo, tomadas al salir de la morgue. Las muestra a pesar de estar junto a su hijo, el de diez, quien, después de mirarlas y con una calma que no parece infantil, pregunta en qué fecha cae el Día del Padre. Liliana ya sabe, por experiencia, que el camino a recorrer será difícil y largo, pues tan sólo para entregarle el reporte de la autopsia demoraron ocho semanas.