Gran cantidad de inmigrantes venezolanos han comenzado a irse de la ciudad de Chicago, la que una vez vieron como un santuario para la inmigración, pero que ahora se ve abarrotada e incapaz de sostener la cantidad de personas que han llegado procedentes de otros países con la esperanza de radicarse en ella. Esto aunado a las durísimas condiciones climáticas del invierno en ella.
Tal es el caso reportado por Chicago Tribune de una familia de venezolanos quienes llegaron a la ciudad hace 5 meses durante los cuales no han sido capaces de establecerse ni siquiera enviar a su hija, Andrea Carolina Sevilla a la escuela, siendo que la razón por la que llegaron a EE.UU. fue el procurarle una buena educación.
La familia ha vivido alternativamente en el piso de una comisaría, en un refugio, en una casa alquilada y nuevamente en el piso de la comisaría debido a que no han podido pagar el alquiler de la casa que habían alquilado porque el padrastro, Michael Castejón, no ha sido capaz de encontrar un trabajo bien remunerado ya que no tiene permiso de trabajo.
“El sueño americano ya no existe”, “Aquí no hay nada para nosotros” afirmó amargamente Castejón quién también afirmó que todos sus intentos de establecerse en la ciudad fracasaron.
El caso de la familia Castejón no es único, ya que muchos otros venezolanos comienzan a irse de la ciudad ante la inminente llegada del invierno, al que muchos no son capaces de afrontar debido que no cuentan con refugio apropiado. Algunos buscan destinos más cálidos o con mayor cantidad de latinos, pero muchos vuelven de regreso a Venezuela.
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