Como si se tratara de un viaje de placer, descanso y con todas las comodidades incluidas. Así los “coyotes”, o representantes de cárteles mexicanos dedicados al tráfico de personas y droga, que se han instalado en Venezuela o en ciudades colombianas como Cúcuta y Maicao ofertan paquetes de viaje con servicios de “lujo” para captar a incautos venezolanos que buscan desesperadamente llegar a Estados Unidos o a Chile sin visa. Criollos que han vivido la travesía de cruzar de cinco a ocho países, alertan que lo que pintan como “paquetes turísticos”, agencias de viajes ilegales, puede ser la experiencia más aterradora.
Conseguir un coyote en Venezuela se ha vuelto tan fácil como pelar una mandarina. Están a tan sólo un clic, sólo basta con buscarlos en las redes sociales. Cuentas de Instagram y Facebook están llenas de anuncios con contactos telefónicos para ubicar “guías” que ofrecen el traslado hasta USA o países de Latinoamérica.
Viaja a Estados Unidos desde Colombia sin pasar la Selva del Darién”. Es una de las más novedosas promociones que se ofertan en grupos de Facebook dirigida a venezolanos. La tercera migración masiva más grande del planeta, después de Ucrania y Siria, países que están en guerra.
“De Cúcuta a la isla de San Andrés (Colombia) te llevamos en avión, no necesitas pasaporte venezolano vigente. De San Andrés te trasladamos a Nicaragua vía marítima, y de Nicaragua a México y Estados Unidos vía terrestre. Nuestros paquetes incluyen boleto aéreo, lancha, comidas y bebidas, hospedaje, baños y guía. El costo son 5.400 dólares por persona. En grupos mayores de tres hay descuento”. Es la información que te da el coyote pocos minutos después que le escribas al WhatsApp.
En otro grupo, una “guía” ofrecía el viaje a la Selva del Darién desde Capurganá, Colombia, como si se tratara de las siete maravillas del mundo. “Te cobramos 500 dólares por persona, sólo caminarás cinco días y el paquete incluye un registro de migración con el que te dejarán pasar a México sin problema”, se escuchaba en una nota de voz. Migrantes venezolanos sobrevivientes del Darién, aseguran que hacer el recorrido por esta inhóspita selva desde Capurganá puede tardar realmente de ocho a 11 días. Es un viaje que les ha dejado con trastornos psicológicos por la cantidad de personas que ven morir en el camino o cadáveres en estado de descomposición que se consiguen. Algunas terminan siendo presa fácil de violadores sexuales o presentan lesiones graves por lo extenuante del trayecto.
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