Trinidad y Tobago dice que asesinato de bebé venezolano fue “un accidente”

El Gobierno de Trinidad y Tobago insiste que el asesinato de un niño venezolano perpetuado por la Guardia Costera de ese país fue “un accidente”. El primer ministro, Keith Rowley, aseguró que los guardacostas actuaron bajo “protocolos y leyes internacionales”.

A través de una publicación en Facebook, Rowley defendió a los miembros de la Guardia Costera que dispararon contra la embarcación que llevaba a 20 migrantes venezolanos a bordo. Producto del ataque, un bebé de un año perdió la vida y su madre recibió un impacto de bala en el pecho.

Aunque lamentó la muerte del bebé venezolano, el primer ministro insistió en que la nave de los migrantes “fácilmente podría haber transportado cualquier cargamento de armas, municiones o asesinos”.

Por su parte, la Guardia Costera aseguró que abrió fuego contra los migrantes “en defensa propia” porque la embarcación intentó “embestirlos”.

Según los abogados Criston J. Williams y Siddiq Manzano, los migrantes negaron haber intentado embestir uno de los botes de los guardacostas y afirmaron que un motor defectuoso les impidió intentar escapar.

Los venezolanos aseguraron que la Guardia Costera solo dejó de disparar después de darse cuenta de que alguien a bordo de su bote estaba herido.

Este hecho ha despertado numerosas críticas de organizaciones humanitarias y de opositores al Gobierno de Rowley.

Con información de Frontera Viva

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