El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, calificó este viernes como “legal y apropiada” la actuación del funcionario de la Guardia Costera que disparó al bote con un grupo de migrantes venezolanos y donde murió un bebé de un año de edad, como consecuencia de los proyectiles.
“No sé qué oficial apretó el gatillo. Pero sé que ese oficial sentiría el dolor de saber que el resultado de esa acción legal y apropiada para defender a Trinidad y Tobago; resultó en la muerte de ese niño”, comentó.
Además, defendió el trabajo de los guardacostas y rechazó que al funcionario se le señale de “asesino”.
“Los miembros de la Guardia Costera estaban cumpliendo órdenes razonables y profesionales bajo protocolos y leyes internacionales”; pese a que los disparos acabaron con la vida del bebé que migraba junto a su madre.
Aunque volvió a lamentar la muerte del bebé venezolano, el primer ministro insistió en que el bote de los migrantes “fácilmente podría haber transportado cualquier cargamento de armas, municiones o asesinos”, por lo que insistió en que sus fronteras seguirán “protegidas”.
Con información de Frontera Viva
