Amnistía Internacional aboga por “mitigar” riesgos de defensores venezolanos

Un nuevo informe de Amnistía Internacional (AI) junto a ONG venezolanas devela una correlación entre los mensaje o comentarios “degradantes” por parte del oficialismo y las detenciones por motivos políticos en la nación suramericana. La organización señala que Venezuela es un “foco de atención importante” en la región y hace votos para que desde la comunidad internacional surjan “mecanismos preventivos” ante esta situación.

El informe, titulado ‘Represión Calculada’ y realizado en conjunto a las organizaciones venezolanas Foro Penal y el Centro para los Defensores y la Justicia (CDJ), concluye que existe una relación entre ambas variables – las estigmatizaciones y las detención – y que ha ido en aumento. Esta correlación general inició en 29% (2019), aumentó a 42% (2020) y llegó hasta un 77% (primera mitad de 2021).

Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, explica en conversación con Voz de América que el estudio se centra en generar una metodología para poder lograr analizar y tener datos rigurosos sobre “lo que ya más o menos de manera anecdótica se sabía”.

“La persecución inicia con ese ataque verbal, con esa estigmatización, en donde a las personas defensoras o periodistas o personas opositores les acusan de ser terroristas, les acusan de estar vendidos al imperio”, apunta Guevara.

El trabajo de estas organizaciones también analiza, señala Guevara, qué cuerpos de seguridad son quienes realizan las detenciones en correlación a la estigmatización verbal.

El informe arroja que en 2019 la correlación con organismos de inteligencias como la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) fue de 74%, en 2020 con cuerpos de seguridad dependientes de la policía nacional fue de 92% y entre enero y junio de 2021 con distintos cuerpos de seguridad de 92% también.

Guevara reitera que “esto no es nuevo en Venezuela”, pero poder tener este análisis estadístico “es importantísimo porque les estamos dando evidencia a los órganos internacionales, incluida la Corte Penal Internacional, para que pueda investigar el delito de lesa humanidad de persecución”.

Contexto complicado

Hemos documentado patrones similares, por ejemplo en Cuba”.
Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

La directora regional de AI sostiene que la América Latina está viviendo “un momento crítico” de “regresión en materia de derechos humanos” y que Venezuela es uno de los “focos de atención importante y de alarma”.

Aunque destaca que desde la organización no hacen comparaciones entre los Estados, explica que sí ven “repetición de algunos patrones de represión” en algunos países en la región.

“Efectivamente hemos documentado patrones similares, por ejemplo en Cuba (…) un país con una total cierre al espacio democrático”, señala Guevara a la VOA.

Agrega que también han visto en menor medida en países como México, “en donde la violencia letal en contra de las personas periodistas va en aumento”. En lo que va del año, cinco periodistas mexicanos han sido asesinados.

Papel de los medios de comunicación

El informe no se queda en la correlación y en los cuerpos de seguridad, sino que también analiza los medios de comunicación desde donde se realiza la estigmatización, ya sean públicos o privados.

En este sentido, las fuentes de estigmatización más comunes o frecuentas durante el periodo estudiado fueron el programa trasmitido por el canal oficial VTV “Con el Mazo Dando” – conducido por el diputado y primer vicepresidente del partido de gobierno Diosdado Cabello – y los portales web “Misión Verdad” y “Lechuguinos”, ambos bajo la categoría de “financiamientos desconocido”.

Guevara califica como “sumamente grave” que se utilicen canales del Estado en este contexto, pues, agrega, deberían esta sujetos “no sólo a las normas nacionales sino también internacionales de derechos humanos, donde se respeta la libertad de expresión, el derecho a informar, pero también el derecho de las personas de ser informadas”.

“Además claramente pone en descubierto que hay una intencionalidad, es decir (…) que hay una intención de hacer uso de los canales oficiales para mandar la orden”, afirma.

La semana pasada, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó el programa “Con el Mazo Dando” a propósito de su aniversario, asegurando que hacen posible “un espacio para el encuentro” y “el desmontaje de las mentiras mediáticas”.

Llamado a la comunicada internacional

Ante esta situación, Guevara explica que las organizaciones defensoras de derechos humanos en Venezuela, como Foro Penal y el CDJ, han jugado un papel “valiente” denunciando y recolectando información, pero también realizando acciones de protección.

Sin embargo, asegura que desde organizaciones como AI y otros organismo internacionales hay “una responsabilidad compartida”.

“Tenemos la responsabilidad ética de acompañamiento, no sólo de seguir documentando y denunciando los abusos y las violaciones a los derechos humanos, sino también de encontrar mecanismos preventivos y de protección para poder mitigar el riesgo que significa ser una persona defensora de derechos humanos, periodista o simplemente ser percibida como una oposición”, apunta la directora regional de Amnistía.

Más allá de la correlación general encontrada, el estudio destaca que en momentos específicos de denuncias ante organismos internacionales y de anuncios por parte de los mismo, hay picos de la relación entre las estigmatizaciones y las detenciones entre el 70% y el 88%.

Guevara, en este sentido, hizo un llamado a la Corte Penal Internacional (CPI) para que conozca de estos datos. La Fiscalía de la CPI decidió a finales del año pasado iniciar una investigación formal por presuntos crímenes de lesa humanidad.

“Nosotros estamos haciéndole llegar toda la información del análisis estadístico, de todas las metodologías de investigación empleadas y toda la información, para que tome en consideración en su investigación los actos que han constituido esta estigmatización y esta correlación con las detenciones arbitrarias”, señala la directora para las Américas de AI.

Cuando se abrió la investigación, el propio mandatario venezolano indicó que respetaban la decisión como Estado, pro que no la compartían. Las partes firmaron un ‘memorándum de entendimiento’ en el se comprometieron a buscar mecanismos “para mejorar la cooperación”.

Más recientemente, el Gobierno venezolano ratificó su compromiso por los derechos civiles y políticos, así como los sociales y económicos de los venezolanos, durante su Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Hasta el momento no ha habido pronunciamiento por parte del gobierno venezolano sobre el informe de AI y las organizaciones venezolanas y sus resultados.

Con información de VOA

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