En la que va de 2022, cuatro menores de edad de nacionalidad venezolana han perdido la vida en el transitar hacia los nuevos destinos que eligen sus padres en busca de las oportunidades que no les ofrece el país.
El caso más reciente fue reportado este fin de semana. Se trata de un bebé que murió en brazos de su madre a causa de una herida de bala, luego que la Guardia Costera de Trinidad y Tobago interceptara a disparos una embarcación de migrantes que zarpó desde el estado Delta Amacuro.
La madre también resultó herida de bala entre su pecho y la clavícula, según informó el activista por los derechos humanos venezolano Orlando Moreno a BBC Mundo.
Desgracia en el camino
Un niño de 2 años de edad, identificado como Keiler Eduardo Vargas, falleció en el autobús en el que se trasladaba junto a su familia hacia Chile. El hecho ocurrió en la ciudad fronteriza del Perú, Desaguadero. Presuntamente, al niño le faltó oxígeno.
Este caso se dio a conocer por medio de un video difundido en redes sociales en donde una mujer, desconsolada, decía que le había ocurrido “una gran desgracia” porque uno de los dos pequeños con los que viajaba había fallecido y necesitaban ayuda.
En el río Bravo
El pasado 18 de enero, una niña venezolana murió ahogada en las aguas del río Bravo cuando intentaba cruzar a territorio estadounidense junto a su madre.
Según trascendió, la mujer perdió el control en medio de las aguas y no pudo sostener a la pequeña de siete años de edad identificada como Victoria Lugo.
Victoria fue sepultada en Estados Unidos luego de una labor de coordinación entre autoridades mexicanas, estadounidenses y representantes del gobierno interino de Venezuela.
“CUANDO ESCUCHEN QUE VENEZUELA SE ARREGLÓ, PIENSEN EN ESA NIÑA DE 7 AÑOS QUE MURIÓ AHOGADA EN SU INTENTO POR LLEGAR A ESTADOS UNIDOS. PIENSEN EN LOS CAMINANTES QUE HAN DEAMBULADO POR TODO UN CONTINENTE O RECUERDEN A LOS NÁUFRAGOS DE GÜIRIA. 6 MILLONES DE PERSONAS NO HUYEN DE UN PAÍS QUE SE ARREGLÓ”,
LAMENTÓ DAVID SMOLANSKY, COMISIONADO DE LA OEA PARA LA CRISIS DE MIGRANTES Y REFUGIADOS VENEZOLANOS.
Presunta mala praxis
En los primeros días del año, una pareja venezolana denunció el fallecimiento de su hijo de dos años por presunta mala praxis en un hospital de Santiago de Chile.
Aseguraron que el pequeño ingresó al centro de salud el 23 de diciembre para una cirugía ambulatoria en el dedo meñique derecho a causa de una cortada que le comprometió el tendón.
En un principio, no eran atendidos porque el niño no poseía RUT (documento de identificación) y luego de solucionar el estatus, fue ingresado para ser operado.
Horas después de haber recibido el parte médico que les aseguró el éxito de la operación, recibieron la noticia de que su hijo no despertaba y requerían hacer estudios.
El 24 de diciembre les comunicaron que el pequeño Kristopher presentaba un edema cerebral y el 4 de enero les informaron que sería desconectado porque tenía muerte cerebral.
La familia Meza Colmenarez, oriunda del estado Yaracuy, lucha legalmente para conseguir una investigación del caso y dar con los presuntos responsables de la muerte de su primogénito.
Con información de Frontera Viva
