Un militar venezolano detenido en los calabozos de los servicios de contrainteligencia de su país, en Caracas, levantó una huelga de hambre de 17 días tras lograr un acuerdo con las autoridades gracias a la intercesión de la Oficina para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El teniente coronel del Ejército Igber Marín Chaparro, considerado preso político por defensores de derechos humanos y dirigentes opositores, inició su protesta contra las condiciones de su reclusión el pasado 21 de diciembre.
Agentes de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) detuvieron el 2 de marzo de 2018 a Marín Chaparro, entonces jefe del Batallón Ayala de Fuerte Tiuna, y otros cuatro uniformados en Caracas luego de que, en una reunión con subalternos y jefes, exigieran mejores condiciones de alimentación y mayor equipamiento para las tropas, y condenar la corrupción en la institución.
Su abogado, Alonso Medina Roa, confirmó que suspendió su huelga de hambre en la sede de Boleíta de la DGCIM tras “llegar a un acuerdo” con las autoridades y “gracias a la intervención de los oficiales de la Oficina de la Alta Comisionada” para los derechos humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet.
Medina Roa indicó que se atendieron “algunas de sus demandas”, pero no hubo mayores precisiones de cuáles fueron las condiciones del acuerdo.
El abogado había denunciado días antes que Marín Chaparro había reclamado “la violación de los derechos fundamentales, las torturas, los tratos crueles, la falta de atención médica oportuna” y la violación a su debido proceso judicial.
La organización no gubernamental Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia también confirmó que delegados de la oficina de Bachelet visitaron a Marín Chaparro en su sitio de reclusión para constatar su estado de salud.
El militar “decidió levantar la huelga al llegar a un acuerdo”, aseguró este jueves la organización civil en su cuenta oficial de Twitter. Según Medina Roa, un médico forense y un psicólogo también visitaron a Marín Chaparro, quien perdió seis kilos durante los 17 días donde solo ingirió líquido, precisó.
Desde 2020, hay una orden incumplida del tribunal que lleva su caso para trasladarlo a la prisión militar de Ramo Verde, asegura su abogado.
Condiciones “precarias”.
Un informe de la ONG Justicia Venezolana precisó el mes pasado que el gobierno de Nicolás Maduro mantiene encarcelados a 180 militares.
Según esa organización, los detenidos son “presos políticos” y viven “una administración penal alejada de las más básicas garantías procesales” y de condiciones “precarias” en distintos penales de todo el país.
La ONG reportó la muerte de un preso político militar, como fue el caso del general en jefe retirado Raúl Isaías Baduel, ex ministro de Defensa durante la administración del fallecido presidente Hugo Chávez Frías.
Al menos 32 militares detenidos por el oficialismo venezolano sufren de patologías desatendidas hasta el momento de la publicación del informe.
Juan Guaidó, líder opositor reconocido como presidente encargado de Venezuela desde enero de 2019 por 50 gobiernos del mundo, mencionó en días recientes el caso de Marín Chaparro como una de las tantas razones que hay, a su entender, para luchar por la democracia y elecciones libres en Venezuela.
Según su abogado, solo hubo siete audiencias desde el inicio del juicio contra Marín Chaparro en los tribunales militares de Venezuela. En una de esas citas judiciales, el militar dijo ser “prisionero de muerte” y denunció que lo habían torturado por siete días desde su detención colocándole bolsas en la cabeza, arrojándole gases lacrimógenos y fracturándoles varias costillas.
“Me tienen en una celda de cinco por cinco metros. En tres meses, solo una vez vi la luz del sol. Tuve cinco meses sin aseo”, expresó, según recordó durante su huelga de hambre la Coalición por los Derechos Humanos.
El gobierno de Nicolás Maduro informó que ha frustrado varias intentonas de golpe de Estado en su contra por parte de militares venezolanos en los últimos años. En 2020, aseguró que detuvo a un grupo de mercenarios, integrado en parte por extranjeros con formación militar, que pretendía asesinarle.
EE. UU. “aplaude” prórroga al mandato de Guaidó
El 30 de abril de 2019, Guaidó y otros líderes opositores anunciaron que “un grupo muy importante de las Fuerzas Armadas” de Venezuela se les unieron para lograr “el cese definitivo de la usurpación” de Maduro de la presidencia.
Aquel movimiento fracasó en horas. Guaidó permanece en Caracas promoviendo un acuerdo de “salvación nacional” y el diálogo con el oficialismo, mientras este, aún en el poder, lo acusa de robarse recursos y activos del país.
Con información de VOA