
“La tuberculosis se convirtió en la verdadera pandemia de las cárceles y centros de detención preventiva del país”. La afirmación la hizo Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL).
De acuerdo con UVL entre octubre de 2020 y abril 2021 fallecieron al menos 32 privados de libertad en el sistema penitenciario venezolano a causa de enfermedades graves VIH, tuberculosis, neumonía y desnutrición.
Y según los registros de la ONG, los casos de COVID-19 en estos recintos no son tantos como los que se manejan de muertes por tuberculosis.
Nieto Palma alertó, para Radio Fe y Alegría Noticias, que el hacinamiento es unas las principales causas de la propagación de los contagios.
En este sentido, dijo que los retenes tienen capacidad para albergar a 3 mil 702 privados de libertad;.
Sin embargo, para abril de 2021 la población era de 11 mil 527 detenidos. de esta cantidad 10 mil 393 son hombres y 1.134 mujeres. «Estas cifras revelan un hacinamiento de 311%», dijo.
Asimismo, denunció que 63% de estos centros no poseen baños para que los privados de libertad puedan realizar sus necesidades fisiológicas y asearse.
Sólo 18 (16%) de los centros cuentan con agua potable, para el consumo personal y aseo.
Con información de Curadas
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— Ventana a Libertad (@ventanalibertad) June 17, 2021