Miles de venezolanos que dejaron atrás sus hogares para escapar de la crisis humanitaria están hoy de regreso como consecuencia del coronavirus, pero los frustrados emigrantes podrían encontrar a Venezuela convertida en una pesadilla peor de la que habían abandonado, dijeron analistas.
Los venezolanos que han abandonado el país para escapar del régimen de Nicolás Maduro suman hoy más de cinco millone, de manera que los miles que hoy regresan no representan proporcionalmente un movimiento masivo.
Pero éstos serían los primeros en una tendencia que podría fortalecerse en las próximas semanas, en la medida en que el COVID-19 golpea a las economías latinoamericanas. Las medidas de cuarentena adoptadas en la región están paralizando el comercio informal, que es la principal actividad de sustento de muchos de los emigrantes venezolanos en el exterior.
“Queremos regresar porque de verdad no queremos morirnos”, dijo Jesús Peña, de 49 años, a su paso por Cali, adonde llegó después de 12 días de viaje, con largos trayectos a pie, desde territorio ecuatoriano.
Aunque por momentos se quejaba de la hinchazón de los pies, Peña le dijo a la agencia de noticias AFP que se siente aliviado de haber llegado a la ciudad colombiana y que confía en que dentro de poco saldrá junto a su esposa, hijo y cuñada en uno de los buses fletados por la alcaldía de Cali para llevar a venezolanos hasta la frontera, a 957 kilómetros de ahí.
Pero los prospectos en Venezuela no son nada alentadores para los venezolanos que han emprendido el camino de regreso, siendo para muchos viajeros el equivalente de saltar desde la sartén para caer directamente en el fuego, advirtió el economista Francisco Acosta Fragachan.
“Están llegando a un país que está mucho peor de lo que estaba cuando se fueron y que ahora les va a ofrecer peores condiciones de vida de las que ellos tenían antes de irse , porque es incapaz de incorporarles a un sistema productivo que les permita sobrevivir”, dijo Acosta desde Miami.
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