La venezolana Carolina Hernández fue asistente del gobernador del estado Aragua en Venezuela, sin embargo, tuvo que emigrar para sobrevivir y ahora se encuentra en Bogotá, Colombia, como vendedora informal, trabajando en jornadas de hasta 36 horas seguidas.
”Vale la pena el esfuerzo que estoy haciendo, porque ya el hecho de que tú puedas trabajar y puedas mandar dinero a tu familia, puedas pagar arriendo y te alcance la plata para tus cosas, vale pena”, destacó en entrevista para CNVE24.
Carolina recalcó, que solo gana sueldo mínimo y con esto le alcanza para cubrir sus gastos, pagar el arriendo y mandar dinero a Venezuela para ayudar a su familia, por lo que ve como una recompensa el trabajar durante 36 horas.