Flowers are laid to honor Rafael Acosta, a navy captain who died while in detention according to his wife, outside the building of Navy's General Command in Caracas, Venezuela July 1, 2019. REUTERS/Manaure Quintero NO RESALES. NO ARCHIVES.

Julio 4,2019.- Una disputa por la autopsia del capitán de corbeta de la Armada Rafael Acosta Arévalo, muerto bajo custodia de agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), enfrenta al régimen de Nicolás Maduro contra políticos opositores y activistas de varios países. Este lunes, los médicos forenses adscritos al Ministerio Público –controlado por el oficialismo– examinaron el cadáver con hermetismo.

Nadie ajeno al círculo gubernamental pudo constatar rastros de tortura. Sin embargo, Zair Mundaray, un exfiscal en el exilio, difundió un informe que le fue filtrado y que hace alusión a que el cuerpo del capitán presentaba costillas fracturadas, tabique nasal roto, excoriaciones, hematomas en los muslos y quemaduras en los pies. Así lo reseña elpais.com

Hasta este miércoles, el cuerpo estaba en la morgue de Bello Monte, la principal de Caracas, resguardado por agentes del aparato chavista. Waleswka Pérez, viuda de Acosta, exigió que expertos independientes analizaran el cuerpo frente a posibles distorsiones en el resultado forense.

Su petición fue replicada por la opositora Asamblea Nacional, decenas de Gobiernos extranjeros y por Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que exhortó en un comunicado a las autoridades a realizar una investigación transparente e imparcial. Pero Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), aclaró que las riendas del caso serían llevadas por el Gobierno. “Aquí hay organismos de seguridad que están investigando. Venezuela no es un país tutelado”, dijo en una rueda de prensa.

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