Febrero 19,2019.- El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, y la oposición venezolana han apostado a sus planes para debilitar al presidente Nicolás Maduro en un momento crucial que ocurrirá en tan solo unos días, el 23 de febrero. Ese día intentarán romper su bloqueo en la frontera con una entrega de alimentos y medicinas. Así lo reseña nytimes.com
Ambas partes han fijado el próximo sábado como la fecha límite para una ambiciosa campaña por tierra y mar que llevaría suministros humanitarios a través de Colombia, Brasil y el Caribe y hasta las manos de miles de venezolanos que han sufrido el colapso económico más grave que la región ha enfrentado en generaciones.
El 18 de febrero, el presidente estadounidense, Donald Trump, habló al respecto durante un mitin en Miami ante simpatizantes entusiastas, los cuales incluyeron a estadounidenses de ascendencia venezolana que gritaban: “¡U. S. A.! ¡U. S. A.!”.
“Estamos aquí para proclamar que un nuevo día está por llegar a Latinoamérica”, dijo a la multitud. “En Venezuela y en el hemisferio occidental, el socialismo está muriendo y la libertad, la prosperidad y la democracia están renaciendo”.
Trump declaró que Venezuela es víctima de un “gobierno socialista tiránico” y dijo que “el pueblo de Venezuela está a favor de la libertad y la democracia, y el pueblo de Estados Unidos está de su lado”.
El discurso de Trump sucedió cuando su gobierno aumenta la presión para la entrega inmediata de envíos de suministros estadounidenses, los cuales se han acumulado desde hace días en la frontera de Venezuela con Colombia.
La acción de Trump ocurre después de una andanada de visitas de alto perfil a la frontera por parte de funcionarios estadounidenses —incluido el senador Marco Rubio de Florida y el director de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional— que han adoptado los planes de la oposición de usar la ayuda como su principal arma política.
Según esta línea de razonamiento, si se interrumpiera el dominio total de Maduro sobre el suministro de alimentos y medicinas y se mostrara que ha perdido el control de la frontera, su legitimidad como presidente del país se debilitará. Si los militares pueden ser convencidos de no interponerse entre la población venezolana y la ayuda humanitaria, Maduro podría caer.
El 23 algunas personas en el régimen tendrán que tomar una decisión que definirá sus vidas”, dijo Rubio el 18 de febrero en una entrevista en Cúcuta, donde un puente a Venezuela está bloqueado por órdenes de Maduro con un par de contenedores. “Ya sea que se queden con este dictador, que es ilegítimo y sus días están contados, y niegan al pueblo alimentos y medicinas. ¿O es tiempo de decir: ‘Hasta aquí llegamos’?”.
Es una apuesta arriesgada para los adversarios de Maduro, que dicen no les queda claro cómo romperán el bloqueo en la frontera el sábado 23 de febrero.
Aunque Estados Unidos y otros países han reconocido a Juan Guaidó, el líder opositor de Venezuela, como el presidente legítimo del país, la Casa Blanca enfrenta la realidad de que Maduro todavía controla a los militares, y con ellos, el Estado.