Venezuelan opposition leader Juan Guaido, who many nations have recognized as the country's rightful interim ruler, speaks during a meeting with volunteers to coordinate humanitarian aid in Caracas, Venezuela February 16, 2019. REUTERS/Andres Martinez Casares

Febrero 18,2019.- Lo primero que hizo el presidente interino Juan Guaidó al llegar el pasado sábado a la sede de ‘El Nacional’ fue abalanzarse encima del enrejado del estacionamiento para saludar a la gente que no logró entrar a las instalaciones del diario. Así lo reseña eltiempo.com

El edificio estuvo rodeado de personas que caminaron desde Los Cortijos, La California o El Cafetal para asistir a la juramentación de Voluntarios X Venezuela, organización creada para apoyar el ingreso de la ayuda humanitaria al país, prevista para el 23 de febrero.

Luego fue recibido con puñitos, abrazos y saludos de mano de quienes están en la primera fila del público.

Guaidó no llegó a la tarima por las escaleras: brincó ayudado por su equipo de seguridad.

Bajo un sol inclemente, el también presidente de la Asamblea Nacional ofreció un discurso en el que juramentó a los voluntarios, anunció concentraciones en todo el país para el 23 de febrero e insistió en la guía política que es la columna vertebral de su plan y que todos exclaman: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

“Mientras que Maduro usurpa funciones y cree que por ponerse una banda ya es presidente, mientras anda en una carrera armamentística y hace desfiles militares, nosotros estamos aquí diciéndole al mundo que nuestro movimiento es profundamente pacífico y también profundamente determinado. Y determinado no solo para que ingrese la ayuda humanitaria, sino para que cese la usurpación”, dijo Guaidó a poco de terminar su discurso.

Cientos de personas lo esperan al bajar de la tarima. Y se repite la escena: selfies, abrazos, saludos.

Cumplirá, ahora, con una agenda de entrevistas. No sin antes lavarse la cara y secarse el sudor. Pasado el mediodía, el trabajo apenas comienza.

Uno de los temas a los que menos se ha referido es la libertad de expresión, más allá de la promesa de que volverá RCTV. ¿Qué tan importantes son para usted y para el período de transición los medios de comunicación?

La libertad de expresión es uno de los derechos civiles de los ciudadanos que tienen que ver con el ejercicio de la democracia y la ciudadanía. Creo que es fundamental. Hemos hablado de RCTV como símbolo, pero sé muy bien la lucha de los medios, los centenares de radios que han cerrado, empleos que se han perdido, los impresos que se han perdido, como El Nacional, que ya hoy día lamentablemente no circula.

“Estamos en una dictadura que le tiene miedo al pensamiento crítico, a la libertad de expresión, a la verdad”.

Estamos en una dictadura que le tiene miedo al pensamiento crítico, a la libertad de expresión, a la verdad. La libertad de expresión es un elemento central para la recuperación de la democracia, del Estado de Derecho y de los contrapesos naturales para tener una democracia sana. En el oriente del país, de los ocho principales medios impresos queda solo uno y es semanal. Se repite en Aragua, Carabobo, Barquisimeto, en Los Andes.

Las dictaduras odian la verdad, la libertad de expresión, los derechos civiles. Entonces creo que es un pilar fundamental de nuestra lucha. Lo dijimos hace mucho tiempo, las democracias no son solo elecciones. Tiene que ver con los contrapesos, instituciones fuertes, las ONG y, por supuesto, con la libertad de expresión.

Uno de los mecanismos que ha utilizado el chavismo para acorralar a los medios de comunicación ha sido la asfixia económica. Varios, entre ellos ‘El Nacional’, han cerrado porque la Corporación Maneiro les negó las divisas para la compra de papel e insumos. ¿Usted cree que debería ser eliminada?

La Corporación Maneiro es una especie de tribunal de inquisición para la prensa libre porque es donde centralizan la supuesta compra de papel. En un Estado de Derecho, con libre convertibilidad de la moneda, con una industria privada sana, con un sector empresarial fortalecido, con el respeto a la seguridad jurídica y a la Constitución, no es que debería desaparecer, sino que por la vía de los hechos ya no tendría ninguna función.

Cualquier venezolano que tuviera la posibilidad de crear un medio impreso o revista, debería tener la posibilidad de ir a cualquier proveedor de papel, productor o importador y adquirir la divisa. Lo que hace la Corporación Maneiro es obviamente una abominación, no solo de cara a la prensa, sino a la seguridad jurídica, al libre comercio y a la propiedad privada. Eso solo tiene sentido en dictadura.

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