Agosto 20, 2018.- Con el incremento progresivo de la crisis económica en Venezuela, sigue creciendo el éxodo de personas que salen del país en la búsqueda de mejores condiciones de vida lo que se ha convertido en un problema que ha generado xenofobia en la población de algunos países de la región.

Desde que Ecuador, uno de los destinos predilectos de los venezolanos donde se han asentado alrededor de 250.000, pidió el pasaporte de manera obligatoria como requisito de entrada para los adultos, se redujo la presencia de venezolanos en la frontera. “Ya no hay venezolanos esperando en Rumichaca”, informó la televisión ecuatoriana Teleamazonas, en referencia al paso fronterizo entre Ecuador y Colombia.

La presencia de miles de migrantes ha generado que los pobladores locales rechacen a estos visitantes a quienes consideran intrusos. En el estado de Roraima en Brasil se presentó un hecho de este el pasado sábado, después de que un comerciante local fuera asaltado y agredido por cuatro migrantes, según la versión de la policía local, la población reaccionó con una protesta en contra de los migrantes que terminó en un acto de vandalismo donde destruyeron las tiendas de campaña donde se refugian los venezolanos. Además, quemaron sus pertenencias y agredieron a las personas con piedras y artefactos incendiarios artesanales.

Estas agresiones por parte de los brasileños hizo que al menos 1.200 venezolanos tuvieran que regresar al país.

En febrero, el presidente de Brasil, Michel Temer, admitió la vulnerabilidad de los extranjeros y anunció medidas de ayuda, además de proponer llevarlos a otras ciudades del interior del Estado y otros Estados como São Paulo, sin embargo las buenas intenciones, parecen haberse quedado por el camino, según Camila Astano, de la ONG Conectas Derechos Humanos. “El Gobierno se comprometió a trasladar a 18.000 venezolanos a otras ciudades y hasta el momento solo se ha evacuado a 800”, lo que ha desencadenado en accidentes xenófobos como el del sábado.

A dos meses de las elecciones que renovarán la presidencia y el Congreso, la migración de venezolanos es uno de los puntos de debate por los políticos. “Algunos candidatos han defendido que se cierre la frontera con Venezuela, que es algo inconstitucional”, denunció Astano.

Está claro que el problema se agrava por la inoperancia de las autoridades. Lo que era una cuestión humanitaria ahora tiene una fuerte connotación de seguridad”, dijo Claudio Lamachia, presidente de OAB.

Una medida similar a la tomada por Ecuador, sobre la petición de pasaporte como requisito obligatorio para migrantes, será adoptada por Perú a partir del próximo sábado, reseñó El País.

Hasta ahora, los venezolanos podían entrar en los países andinos con su cédula de identidad, debido a las dificultades de obtener un pasaporte en Venezuela. Desde hace dos años este trámite administrativo se ha convertido en una odisea por la carencia de materiales y porque las demoras del sistema en la que se espera por meses.

Otros países comenzaron a exigir visado a los venezolanos. Chile pide un certificado de antecedentes penales que debe emitir el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, además de que el pasaporte no expire en los siguientes 18 meses a la entrada. Además, el consulado venezolano en Chile comenzó a solicitar el pago de 50 dólares americanos por la compulsa de certificados de penales a sus ciudadanos, una cantidad desorbitada para la mayoría de los refugiados.

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