Marzo 20, 2018.- Con el lema “Venezuela Bienvenida” la organización de derechos humanos colombiana De Justicia desarrolla una campaña de solidaridad y sensibilización sobre los y las migrantes de Venezuela que empiezan a llegar a ese país por distintas partes del territorio. Una campaña para motivar la solidaridad con las personas que llegan, para ayudar a comprender mejor la grave situación humanitaria que se vive en nuestro país y para contrarrestar los primeros síntomas de xenofobia que empiezan a aparecer.

Un análisis realizado por esta organización indica que de acuerdo a la Oficina de Migración de Colombia se han identificado tres tipos de migración pendular que se mueve en la frontera, tanto los que van de paso porque su destino es otro país o van con vocación de residencia. Cada día cruzan la frontera según cifras oficiales 37.000 personas en búsqueda de alimentos y medicinas.

Pero junto a De Justicia muchas otras organizaciones, así como instituciones, muestran diversas formas de preocupación y solidaridad con las personas que salen de Venezuela con la aspiración de mejores condiciones de vida.

Según monitoreo realizado por organizaciones sociales ecuatorianas, cada día aproximadamente 4.000 venezolanos cruzan el Puente Internacional Rumichaca que une la frontera de Colombia y Ecuador. Es decir, muchos de los que ingresan por Colombia cruzan hacia Ecuador y con seguridad de esos 4.000 algunos llevan como destino países como Perú o las repúblicas del Cono Sur.

La Cátedra Sergio Vieira de Mello, de la Universidad Federal de Roraima en Brasil, adelantó una interesante investigación el año pasado sobre el perfil sociodemográfico y laboral de la inmigración venezolana en Brasil. Bajo la coordinación del investigador Gustavo da Frota Simoes, los datos que aporta son de mucho interés para conocer mejor lo que viene ocurriendo.

Del conjunto de quienes ingresaron a Brasil en el año 2015, un total de 829 personas formalizaron su solicitud en condición de refugiados. En 2016 fue de 3.368 y en 2017 la cantidad de solicitantes fue de 7.600.

La investigación realizada por la Universidad determinó que la migración que llega al estado fronterizo de Roraima, cuya capital es Boa Vista, es mayoritariamente joven. 72% oscila entre los 20 y 39 años. Más de la mitad de esa población llegó en 2017. La mayoría tiene alta escolaridad y llegaron provenientes principalmente de los estados Bolívar, Monagas, Anzoátegui, Carabobo y Área Metropolitana de Caracas

Es importante destacar que en este proceso migratorio hacia Brasil es cada vez más creciente la presencia de la población indígena Warao.

La Universidad no se limitó a realizar el diagnóstico, sino que efectúa labor de incidencia en las autoridades para que se desarrollen políticas públicas a favor de los migrantes venezolanos. De igual manera, promueven diversas iniciativas con organizaciones de la sociedad civil para prestar apoyo a nuestros compatriotas.

Las últimas oleadas de migrantes se caracterizan por ser personas de bajos recursos económicos. Por ello, muchas terminan pernoctando en las calles y deambulando para poder obtener algún ingreso o alimento. Frente a esa situación, crece la solidaridad de familias, organizaciones e instituciones públicas brasileñas.

Mientras las políticas económicas y sociales continúen produciendo pobreza y llevando más hambre a los hogares venezolanos continuará lamentablemente aumentando el número de personas que cruzarán nuestras fronteras buscando un mejor destino.

Es grato saber que hay personas preocupadas por apoyar a nuestros compatriotas y que cada vez hay una mayor conciencia de la crisis que existe en Venezuela y la necesidad de apoyar la lucha por el rescate de la democracia.

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