Más de 10 familias han emigrado al vecino país, en la última semana de enero. | Foto: Melquiades Ávila

Enero 22, 2018.- La movilización desde los caños del Delta del Orinoco, con destino a las zonas fronterizas con Brasil, se intensificó en los primeros días de 2018

Las familias waraos se trasladan en curiaras hasta Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, desde donde toman el transporte terrestre hasta San Félix o Puerto Ordaz y Santa Elena de Uairén, con destino a la frontera con Brasil.

De acuerdo con informaciones y testimonios recogidos por el equipo de El Pitazo, en la última semana del mes de enero de 2018, más de 10 familias han emigrado al vecino país.

Rita Peña es una madre warao que se atrevió a cruzar la frontera hace dos meses y regresó al Delta en busca de sus hermanos. “Allá estamos bien, no pasamos hambre, trabajamos y hay bastante comida”, señala.

Peña regresó nuevamente a Brasil con dos de sus hermanos: María y Francisco, quienes, agobiados por el hambre y el desabastecimiento de los productos básicos, decidieron cruzar la raya.

En el Delta, la sobrevivencia se hace cada día más difícil, se agota la reserva de alimentos y las enfermedades crónicas hacen estragos. “El VIH amenaza con extinguir a una de las poblaciones milenarias de América latina”, indica el doctor holandés Jacobus de Waard, del Instituto de Biomedicina de la Universidad Central de Venezuela.

Aunado a la situación de desabastecimiento y a la crisis económica que azota al país, los waraos son víctimas de aislamiento en sus propias comunidades. “No hay comunicación, no hay contacto con la civilización criolla, los motores se acabaron, el combustible está demasiado caro, ya no es posible vivir en los caños”, señala Francisco Peña.

En canoas grupales o en velas individuales surcan el Orinoco en busca de la frontera. | Foto: Melquiades Ávila

Sin embargo, el número de waraos que han cruzados la frontera de Venezuela hasta Brasil, es desconocido ante el silencio del Ministerio de los Pueblos indígenas y el Gobierno del Delta.

Las informaciones extraoficiales hablan de cifras moderadas de entre 2.000 indígenas a 3.000 waraos que se encuentran en refugios temporales, que son atendidos por fundaciones y misioneras religiosas.

Aumenta el éxodo de indígenas waraos a la frontera con Brasil