Diciembre 24, 2017.- La entrada a El Helicoide es como la boca de un monstruo con una lengua espesa y oscura. Por ese hueco negro han sido engullidas decenas de personas que se oponen al Gobierno de Nicolás Maduro. El sábado, 23 de diciembre, al menos 30 de estos presos políticos fueron excarcelados, la mayoría con medidas sustitutivas, con la orden de no hablar y sin que se sepa claramente su nuevo estatus legal.

A diferencia de su interior, la entrada a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia, (Sebin) es una calle sin luminarias, en una pendiente que luego se va adentrando en una estructura circular, de forma piramidal, de siete niveles, coronada por un domo. La edificación fue diseñada como un enorme centro comercial a finales de la dictadura de Pérez Jiménez, y con el tiempo, se convirtió en el “elefante blanco” de los Gobiernos democráticos en Venezuela. En sus intrincados corredores con cuartos sin entrada de luz natural y pasillos con bombillos encendidos eternamente para que nadie sepa cuándo es de noche y cuándo de día, funciona la sede la policía política venezolana. 

Las condiciones de tales liberaciones aun no son conocidas, ni por los beneficiarios ni por sus abogados. Se enteraron de que saldrían ese mismo sábado, cuando la monotonía de las fiestas de Navidad más precarias en Venezuela, fue rota por el anuncio que hizo Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, quien informó sobre la eventual liberación de 80 de las personas detenidas en el marco de la ola de protestas que vivió el país entre marzo y junio de este año, y durante las manifestaciones de 2014. Acto seguido, el fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab, informó en su cuenta de Twitter, que 69 personas serían puestas en libertad “desde hoy mismo”.

Algunos familiares escucharon la noticia sin darle crédito. “No es la primera vez que nos engañan”, comentaban en las afueras de El Helicoide. Algunos recordaban cómo recibieron la información y bromeaban. “Creí que era un golpe de Estado”, dijo una mujer.

Pero entonces, a partir de las cinco de la tarde, cuando ya algunos de los presos emblemáticos como Roberto Picón, Alfredo Ramos, y Carlos Pérez, entre otros, habían sido trasladados desde la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia ( Sebin)  a la Casa Amarilla, sede de la cancillería venezolana, para ser sermoneados por la presidenta de la ANC, y mientras que los abogados que asesoran a la oposición en la mesa de negociaciones con el Gobierno, entre ellos Alonso Medina Roa de Foro Penal, tenían mas certeza, entonces, solo así, decenas de familiares y amigos se apostaron cerca de la quijada del monstruo, a esperar a  sus seres queridos.

Para la una de la madrugada solo un puñado permanecía en la zona. Eran los familiares de Jhosman Paredes y Roberto Picón, quienes aguardaban con el alma en vilo pero se fueron del lugar con las manos vacías.

La madre de Jhosman tembló cuando supo que lo habían devuelto a la celda, mientras los hijos de Picón y su esposa aun tenían la esperanza de verlo salir. Fueron los últimos en dejar el lugar. A las 4 de la madrugada de este 24 de diciembre Picón llegó a casa, ubicada en Altamira. Lo trasladó una unidad del Sebin.  A las 7: 20 am, Paredes tuiteaba: después de una última tortura psicología al fin me encuentro en libertad. Gracias venezolana.

Docentes, tuiteros, activistas, técnicos. La mayoría de las personas excarceladas el sábado tienen en común que apoyan a la oposición venezolana, sus casos están viciados de una u otra manera, y muchos fueron expuestos al escarnio público sin un proceso judicial claro.

Mientras la oscuridad se iba a adueñando de Caracas, poco a poco esta boa  iba devolviendo sin ganas a sus prisioneros.

Entre los primeros en salir estuvo un grupo de 12 efectivos de la Policía de Chacao así como el alcalde destituido de Barquisimeto, Alfredo Ramos.

Los funcionarios policiales tenían boleta de excarcelación desde hace más de un año.  El grupo de 14 uniformados fue encarcelados por declaraciones de uno de los homicidas del periodista Ricardo Durán. La policía técnica no halló elementos que los incriminara, la Fiscalía emitió orden de excarcerlación en agosto de 2016 y el entonces Defensor del Pueblo y actual fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab, abogó infructuosamente por la liberación. El sábado salieron 12. Todavía esperan por dos mas.

Al alcalde Ramos lo destituyó una orden del Tribunal Supremo de Justicia el pasado 28 de julio de este año y fue detenido en la sede del ayuntamiento por la policía política venezolana.

Afuera, expectantes, decenas de personas esperaban por su preso o su presa. Ninguno sabía sobre las condiciones de su excarcelación.

En medio de la oscurana, solo rota por focos de algunas cámaras de medios digitales y un faro de luz blanca orientado hacia la calle, que impedía ver a los guardianes de esta puerta hacia el infierno, siluetas de personas se iban haciendo reconocibles mientras caminaban hacia la libertad. Apenas alguien identificaba a uno por su forma de andar, o su estatura empezaban los gritos de euforia. “Viene otro, viene otra”.

Al pasar la zona de seguridad, los gritos se convertían en abrazos. Mientras otros escudriñaban a ver si desde el fondo del monstruo detectaban a su preso.

Uno los tentáculos del monstruo es la violencia psicológica. “A ti no te toca salir porque eres mala conducta” le dijeron a Leonel Sánchez, quien estuvo preso por más de tres años.

Lo detuvieron el 21 de agosto de 2014 en el estado Barinas, por emitir tuits considerados amenazantes contra funcionarios del Estado. Lo señalaron por supuestamente hackear las cuentas de Twitter de la por entonces defensora del pueblo, Gabriela del Mar Ramírez, y otros dos dirigentes oficialistas.

Tiene medida humanitaria por una fisura en la columna vertebral. Sus familiares no asistieron el sábado por varias razones, según confió: “porque la mayoría está fuera del país”, y porque nadie estaba seguro de que realmente lo pondrían en libertad.

“Yo estoy bien, pero jodido psicológicamente. Lo más duro fue despedirme de mis compañeros de celda. Le di un abrazo a Ceballos (el exalcalde de San Cristóbal)”, comentó.

Tres tuiteros más fueron liberados este sábado: Se trata de Victor Ugas, preso desde 2014 por postear una fotografía del cadáver del diputado Robert Serra, asesinado a puñaladas junto a su asistente María Herrera; Jorge de Castro, a quien apresaron por dirigir tres mensajes al presidente venezolano Nicolás Maduro; y Rafael Liendo, quien fue recibido por su esposa con un bebé de meses en brazos.

Cuando le tocó el turno a la docente Betty Grossi la recibieron con un peluche y una algarabía. La mujer, que fue encarcelada el 27 de agosto de 2015 por unas declaraciones del asesino de Liana Hergueta, del Caso Pérez Venta , quien dijo que Grossi había sido su financista en las protestas opositoras de 2014. Hace justo un año, esta profesora cumplía una huelga de hambre en su sitio de reclusión, que suspendió gracias a la mediación del Vaticano.

La solidaridad

Varios de los liberados se mantuvieron acompañando a quienes aún esperaban. Asi hizo Leonel, asi hizo Andrea González (detenida el 17 de agosto de 2015 ). El sábado cuando pisó la calle, su alegría no era completa porque su esposo aún está detenido en la prisión militar de Ramo Verde. Los recluyeron por su supuesta vinculación a un complot para asesinar a la hija de Diosdado Cabello.

También Ronny Navarro, apresado el 28 de junio de 2014, por su participación en los campamentos de protesta de jóvenes estudiantes. Salió con una gorra de la Vinotinto y con instrumento musical en su espalda. Su esposa, Nohelia Pérez, así como otros familiares, aguardaban pacientemente para verle. Ella tampoco estaba segura de que lo liberarían porque desde hace dos años Navarro tiene una medida humanitaria que no se había hecho efectiva.

Sin embargo, Nohelia este año había decidido que el Niño Jesús llegaría a su hogar y no a la celda de su esposo, donde los niños lo han debido recibir en las ocasiones anteriores.

Uno de los más activos de la noche fue Raúl López, ex preso político, liberado en 2015. “Fui el primero en estar en La Tumba y cada vez que hay liberaciones vengo a darle un abrazo fraternal a mis compañeros y darles la bienvenida a la libertad”, comenta, mientras lleva la cuenta de los excarcelados, los conoce a casi todos por nombres y apellidos, aunque no a todos personalmente.

A eso de las 11:30 pm solo faltaban dos presos más por ser puestos en libertad, Jhosman Paredes y Roberto Picón.

Mientras unos y otros sacaban cuenta de por qué tanta tardanza, Pausolina Rolón, madre de Jhosman, lloraba y se recomponía. Los hijos de Picón, entre ellos Isabella, se preguntaban qué podía estar ocurriendo. Benigno Alarcón, director del centro de estudios políticos de la Universidad Central de Venezuela, acompañaba a los Picón, Alonso Medina Roa iba y venía con los liberados que aún permanecían velando la salida del par que restaba.

A las 12 y 30 de la medianoche, por mensajes de textos recibidos desde adentro, se sabía que Picón permanecía en un pasillo (que es como una celda). Circulaban los rumores de si los soltarían o no.

Pausolina rompió en llanto cuando se enteró que a Jhosman lo habian devuelto a su celda. Habló con los abogados, quienes le recomendaron no seguir esperando. Mientras tanto Los Picón se resistían a marcharse.

Para la una de la madrugada ya la decena de personas que habían permanecido a la expectativa, acordaron irse. La esperanza los acompañaba. A Picón lo entregaron en su casa a las 4 de la mañana, a Jhosman lo soltaron a las 7:20 de la mañana en la puerta de El Helicoide.

El monstruo también tiene forma de desinformación. En la mañana de este 24 de diciembre aún no se sabía con exactitud sobre la cantidad de personas liberadas, sus condiciones y su estatus.

Tampoco se tiene certeza si el restante de las 382 personas listadas como presos políticos por la comisión técnica de la MUD que participa en las conversaciones con el Gobierno, gozará de alguna medida sustitutiva que les permita recibir el 2018 en libertad.

Una criatura abominable que tiene muchas formas y órganos. La de una instalación rediseñada para afectar a los recluidos, la de ataque sistemático a la integridad emocional, la de la oscuridad, la del miedo, la de la incertidumbre. La de un sistema deleznable que devora derechos fundamentales. El Helicoide es apenas una de las caras asquerosas del monstruo de la represión del Gobierno venezolano. En sus entrañas todavía yacen decenas de víctimas.

http://efectococuyo.com/principales/de-noche-en-el-helicoide-la-excarcelacion-de-presos-politicos-entre-temores-y-alegria-discreta

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